El Ministerio Fiscal ha acusado a un tocólogo y a una matrona del hospital de Montilla de una falta por homicidio por imprudencia del fallecimiento de un bebé de 22 días y ha pedido una multa de 405 euros para cada uno de ellos, que está previsto declaren en el juicio al respecto el próximo día 21 de septiembre en el juzgado de lo Penal número 3 de Córdoba.

En la calificación provisional de los hechos que ha sido facilitada a este periódico, el fiscal considera que «existe un retraso en la detección de la intensa actividad uterina de la parturienta», una mujer que el 25 de diciembre de 2007 dio a luz a su segundo hijo en el hospital de Montilla, dependiente de la Empresa Pública Hospital Alto Guadalquivir de la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía. Concretamente, el Ministerio Público acusa al tocólogo de «falta de atención o vigilancia» a la actividad uterina de la mujer «que no fue detectada», algo que provocó «un sufrimiento fetal durante el parto»; la frecuencia cardiaca del bebé a las 23.00 de la noche de Navidad del 2007 «no es limpia y aparece alterado». Sin embargo, el tocólogo estaba en ese momento realizando otra cesárea y la matrona, también acusada, le suministró un medicamento para inhibir el parto.
Cuando el tocólogo llegó para sacar al bebé tuvo que usar forceps. Veintidós días después, el segundo hijo de la mujer falleció. «De haber actuado con mayor diligencia en la detección y vigilancia de la actividad uterina de la parturienta, se habría evitado la braquicardia fetal y las posteriores lesiones con las que nació el bebé que fueron causa directa e inequívoca de su muerte», apunta el fiscal en su acusación provisional.
De todo ello deberán responder las partes el próximo 21 de septiembre a las 10 de la mañana en la vista oral del caso.