El Centro Andaluz de Arte Contemporáneo -hasta ahora conocido como C4 y a partir de hoy como C3A- abre hoy sus puertas acumulando tras de sí una historia propia de los años en los que construyó. La primera piedra se colocó el 9 de septiembre de 2008 por la entonces consejera de Cultura, Rosa Torres, y se anunció que tras el plazo de construcción dd 36 meses abriría sus puertas en 2012. Eran los tiempos en los que aún se negaba la crisis y la Junta de Andalucía ha gastado nada menos que 30 millones de euros en este edificio de Fuensanta Nieto y Enrique Sobejano que reposa en la orilla oriental del meandro de Miraflores.

Los efectos de la crisis económica hizo finalmente mella en la Junta de Andalucía y sobre todo en la Consejería de Cultura cuyos recortes se hicieron patentes en su actividad. En medio de esta marejada, una de las víctimas era este Centro que dejó de ser una prioridad para este departamento, pese a que los sucesivos responsables no lo reconocieran así y anunciaran una prórroga tras otras para abrir sus puertas.
Las obras finalizaron en el plazo previsto y desde 2013 se han ido sucediendo los retrasos en el anuncio de su inauguración. También ha cambiado varias veces de nombre hasta llegar finalmente al C3A. Una de las carencias principales era la del modelo de gestión, ya que se desconocía cómo iba a funcionar y quien lo iba a dirigir. Sobre este último aspecto, los colectivos de creadores contemporáneos han insistido de forma machacona en que el director se tenía que nombrar siguiendo el protocolo previsto en el Código de Buenas Prácticas previsto por el Ministerio de Cultura para estos casos. Curiosamente, aún se desconoce este nombramiento en el día en que abre al público, pese a que la consejera de Cultura, Rosa Aguilar, lo anunciase de forma inminente y dijese que se incorporaría al proyecto una vez hubiera éste abierto sus puertas.
Así, el C3A abre hoy sus puertas con tres exposiciones, con parte de la Filmoteca de Andalucía en su seno -sólo la biblioteca y la videoteca, frente a las pretensiones iniciales de llevarse más departamentos- y con la incógnita de quién será su responsable. Con varios años de retraso se pone en marcha un proyecto que jugó un papel destacado en la candidatura de Córdoba a la Capitalidad Cultural Europea de 2016 y que se inaugura justo antes de que se cumpla la fecha límite para hacerlo que se impuso Rosa Aguilar antes del verano.