Rafael Gómez llora ante el juez


Rafael Gómez, ha llorado hoy ante el juez "somos una familia honrada y sin ánimo de lucro"

Rafael Gómez ha llorado hoy ante el juez y literalmente ha dicho que «somos una familia honrada y sin ánimo de lucro». Además, la defensa de Rafael Gómez ha optado hoy por arremeter contra los peritos que han realizado los informes de Hacienda porque a su juicio «dichos informes están desvirtuados por corporativismo» e insisten en que ni Gómez ni sus hijos «participaron en los delitos de fraude». Además, añade que su juicio a su defendido se le juzga más «por una forma de vida que por hechos concretos» y que no ven lógico «que se haya desimputado a la madre y no a los hijos ya que la consanguinidad no conlleva la realización de un delito penal».
Según los abogados de Gómez, los hijos «formaban parte de los consejos de  administración pero este órgano no se reunía y no tomaba decisiones» y para cubrir sus responsabilidades tributarias contrataban a técnicos y asesores acreditados para su cómputo y pago». Mantienen además que es posible que «dada la complejidad de los asuntos económicos, la gestión pudo tener errores pero no más allá de una infracción administrativa». «Todos cometemos errores aritméticos, pero en ellos no hay ánimo de ocultación de datos» ha añadido, es más, para ellos «incluso la aplicación de la norma tributaria es cuestionable y puede ser objeto de debate».
Piden por lo tanto los tres abogados basándose en todo lo anterior, «la libre absolución y en caso de ser condenado, el atenuante de dilaciones indebidas porque los hechos acontecen en 2003 y pasan 5 años hasta que se interpone la denuncia».
La mujer de Gómez, que a pesar de no ser imputada si pesa sobre ella la acusación de beneficiaria de la cantidad supuestamente defraudada, hasta 53 millones de euros, ha defendido a su marido diciendo que lo único que perseguía era dejar su sello personal», «no creerse Dios sino dejar su huella para la posteridad». Le ha contado al juez que Gómez siempre ha sido un hombre generoso que «hasta le dejaba propinas de 500 pesetas a quien traía la bombona a casa».
Los abogados de las defensas de los hijos de Rafael Gómez, miembros del consejo de administración del grupo, han defendido que el órgano no se reunía para la toma de decisiones de las empresas y que delegaban en el departamento de contabilidad los asuntos financieros porque eran personal de confianza. Es más, han agumentado que no podían tener ningún ánimo defraudatorio puesto que en 2005 contrataron a expertos auditores externos para la validación de sus cuentas.
No obstante, sí que han reconocido «errores» en la gestión pero que no van más allá de infracciones administrativas sancionables que «no pueden ser merecedores de la concurrencia penal».
O, al menos, niegan que en estos hechos tengan los hijos de Gómez ninguna responsabilidad, ni siguiera Esther Gómez Sánchez, abogada de profesión, ya que hasta su propia declaración de renta se la realizaba el departamento contable de las empresas.
Con respecto al reproche que le hizo ayer el Ministerio Fiscal por «no querer conocer», las defensas han calificado que no es más que un juicio de valor como el hecho de comparar el caso con la defraudación a la que condenaron al jugador de fútbol Lionel Messi porque «no estamos hablando de paraísos fiscales» sino de «ajustes fiscales y muy discutibles».
El caso ha quedado visto para sentencia por la acusación del fiscal de la comisión de hasta 11 delitos contra la Hacienda Pública por parte de Gómez, para quien pide penas que suman los 40 años de cárcel y 18 años y 3 meses de prisión para cada uno de sus cuatro hijos a quienes les imputa un total de 7 delitos contra el fisco por evasión de impuestos.