El polvo del Sáhara "toma" la ciudad


La calima o arena en suspensión afecta a la visibilidad reduciéndola de forma importante. También algunas personas especialmente sensibles pueden sentir obstrucción nasal, picor en los ojos y tos

Córdoba ha despertado hoy literalmente de barro «hasta los ojos». Sin duda, harán el agosto las máquinas lavacoches porque los vehículos que han dormido en la calle han amanecido cubiertos por una considerable capa de polvo del Sáhara que mezclado con las 4 gotas que han caído han dejado coches, ventanas y calles totalmente embarradas.
El ambiente enturbiado que se ha venido  notando desde ayer, provocado por una nube de polvo proveniente del Sáhara, ha culminado con la lluvia de hoy que ha limpiado algo el ambiente pero ha ensuciado la ciudad. La concentración de polvo en suspensión procedente del Sáhara es un fenómeno meteorológico que se produce en la atmósfera y está caracterizado por la presencia de partículas de polvo y arena. Si le unimos las precipitaciones tenemos como resultado, la lluvia de barro que hemos padecido durante toda la mañana.
La calima, es un fenómeno que se presenta de forma habitual en las Islas Canarias, por la dirección de los vientos, de componente este, que arrastran el polvo del desierto del Sáhara hasta el archipiélago y provocan que la visibilidad se reduzca de forma considerable. Sin embargo, a veces como ha ocurrido en estos últimos días también llega hasta el sur, y centro peninsular. Este fenómeno, además de afectar a la visibilidad, puede provocar en aquellas personas más sensibles, problemas respiratorios, picor en los ojos y tos.
Lo ideal hasta que desaparezca el polvo, es mantener las ventanas cerradas e ingerir abundantes líquidos, en especial niños y ancianos, para evitar la deshidratación.
Finalmente, la calima se retirará previsiblemente antes del fin de semana.