El jueves cientos de personas miraban el cielo de la ciudad esperando que la lluvia no hiciese acto de presencia durante la primera jornada de las Cruces de Mayo. Así fue, al menos hasta la noche. Durante el mediodía las distintas hermandades y asociaciones que ponen todo su esfuerzo en montar esta tradicional festividad cordobesa abrieron con alegría en vistas de que la lluvia, finalmente, no aparecería. Sin embargo, la noche del jueves fue distintas y las primeras gotas comenzaron a descender sobre la ciudad. Aún así, las Cruces, fieles a su carácter abierto y participativo, se mantuvieron abiertas recibiendo la visita de más de un valiente que disfrutó con las sevillanas y las rumbas.

El viernes, la lluvia fue la principal protagonista de la jornada. Los hermanos mayores ya sabían que, dificilmente, contarían con la asistencia de público. Además, el frío, también, fue el protagonista de este segundo día de cruces. Pese a todo, los cordobeses, de nuevo valientes cogieron su chaquetón y su paraguas, y se enfrentaron al tiempo asistiendo a las Cruces de Mayo. Por la noche, la lluvia se redujo parcialmente y se pudo disfrutar de una velada nocturna, algo fría, pero poco lluviosa.
Parece ser que esta noche, a partir de las 00:00 la cosa cambia y las nubes podrían abandonar la capital cordobesa. Al menos, así lo refleja la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), que vaticina un cielo, principalmente, soleado, aunque con algunas nubes sueltas. Así, la probabilidad de lluvia podría descender hasta un 30 por ciento, una cantidad que en Córdoba hace presuponer que no lloverá. Eso sí, lo mejor será no olvidar el abrigo ni el «saquito» en casa, ya que las temperaturas podrían mantenerse algo frescas. El lunes, última jornada de Cruces, el tiempo será muy soleado y las temperaturas comenzarán a subir levemente.