Quitar exención del IBI de la Iglesia ya no es el único obstáculo para que Ganemos apruebe las ordenanzas fiscales de 2018. Hay más y no parece sencillo que en todos se pueda alcanzar un acuerdo para que la franquicia de Podemos de el plácet y vote a favor. Y es que, como ha explicado la concejal, María de los Ángeles Aguilera, «todavía las negociaciones están muy frías». Para calentarlas, la formación de izquierdas se ha abstenido en la votación de la Comisión de Hacienda sobre las mencionadas ordenanzas. Y es que piden que se cumplan los cinco acuerdos que permitieron su sí a las de 2017. En los mismos, la creación de nuevos impuestos eran el ingrediente estrella.
 
En concreto, uno de los puntos en los que ha insistido Aguilera radicaría en una «mayor transparencia» de precios públicos de los servicios municipales, con la puesta en marcha de un proceso participativo general sobre los mismos; así como la inclusión de una adenda resumen de exenciones y bonificaciones al expediente de ordenanzas, acompañada de publicidad para el conocimiento de la ciudadanía. A ello hay que sumar que han solicitado el estudio de una tasa a las grandes superficies comerciales por «la sobregeneración de residuos sólidos urbanos provocada a la ciudadanía» . Mientras que otro de los impuestos a valorar sería la posible implantación de una tasa turística.
Sin embargo, para Ganemos no es suficiente con esos dos impuestos, ya que ha reclamado el cambio del modelo de tasa sobre veladores hacia «un modelo mixto superficie y número de veladores, buscando primar la menor ocupación de la vía pública y el consenso con la mesa puesta en marcha». De tal forma que, entre las exigencias que ha expresado Aguilera se hallan tres figuras impositivas que afectarían, por este orden, a comerciantes, turistas y hosteleros. Los tres sectores económicos más activos de la ciudad.