La ciudad de Córdoba, a través de la unanimidad del Pleno del Ayuntamiento, ha reconocido a un puñado de cordobeses con las distinciones que sirven de gratitud a la labor que desarrollan por la sociedad. Un hijo predilecto, dos adoptivos, cuatro medallas de oro, dos de plata y una medalla de honor son las condecoraciones concedidas con toda solemnidad en el transcurso de un acto celebrado en el Teatro Góngora a quienes, en palabras de la alcaldesa, Isabel Ambrosio, «son ejemplos de creatividad, constancia, esfuerzo o innovación».
Estas distinciones se entregan tradicionalmente con motivo de la fiesta de San Rafael y la regidora ha aprovechado esta circunstancia en su discurso para intentar justificar el error cometido por ella el pasado martes en su cuenta de Twitter al calificar al arcángel como patrón de la ciudad y no como custodio. Sobre este asunto, Ambrosio se ha limitado simplemente a usar como único argumento la frase -«San Rafael es ese patrón elegido por el pueblo»- que dijo el pregonero de la Velada de la Fuensanta, Antonio Manuel Rodríguez, uno de los promotores de la plataforma que persigue la expropiación de la Mezquita-Catedral y en cuyos escritos se advierte con facilidad su especial fijación con la Iglesia católica.
El juez José Castro, nuevo hijo adoptivo de Córdoba, ha explicado que en su trabajo se ha limitado a cumplir con su obligación, aunque interpreta que el motivo de esta distinción es «el visceral ataque de personas y de altas instancias de Estado que usando recursos legales, pero extremados para la ocasión, arremetieron contra un acto de extremada normalidad procesal». Por esto entiende que su mérito es «haber sobrevivido a tanto desbarajuste sin perder la compostura» con la instrucción de los casos Palma Arena y Nóos.
El nuevo hijo adoptivo fray Carlos Romero, de la Orden de Predicadores y fundador en la ciudad de las Hermandades del Trabajo, entre otras iniciativas de hondo calado social, ha dado en su intervención un rápido repaso a su vida hasta que llegó a Córdoba de la mano de fray Albino, quien le llamaba «mi nieto». Ahora, ha dicho, con este reconocimiento se le abre una nueva puerta en su vida en la que se encuentra una nueva familia, que es la de Córdoba.
El exalcalde Andrés Ocaña, fallecido en marzo, también ha recibido a título póstumo el nombramiento de hijo adoptivo, ya que nació en Aguilar de la Frontera. Uno de sus hijos ha realizado una ajustada semblanza de su vida y de su personalidad, afirmando que era una persona que «no era dado a homenajes y le costaba ser protagonista». También ha dicho que su padre «creía en el diálogo, siempre en beneficio del colectivo» y que a la vez «era temperamental porque ponía todo el esfuerzo para que los proyectos fuesen realidades». «Un buen hijo para una gran madre», ha concluido.
El director de Cope-Córdoba, Gabriel López, ha recibido la medalla de oro para esta emisora que cumple su cincuentenario y ha tenido un sentido homenaje para todas aquellas personas que a lo largo de este tiempo han trabajo en esta emisora «con vocación de servicio social» que tiene «el humanismo cristiano en el centro de su actividad».
El cardiólogo José Suárez de Lezo ha sido también distinguido con la medalla de oro de la ciudad como reconocimiento a una trayectoria que han querido premiar, precisamente, los integrantes de la asociación de pacientes de Cardiología. «Sólo hice lo que tantos cordobeses hacen cada día: servir a los demás», añadiendo que en su familia ha escuchado siempre que «servir a Córdoba no debería ser premiado porque es un privilegio».
La investigadora y catedrática de la Universidad de Córdoba, Carmen Galán, ha hecho extensivo su reconocimiento a la comunidad investigadora, al afirmar que la medalla de oro no la consideraba «como algo personal, sino como un reconocimiento a la ciencia». Por su parte, la bailaora Blanca del Rey ha hecho un canto a la ciudad en la recogida de la medalla de oro y ha afirmado que para ella es «muy especial porque me la ha dado mi tierra madre, Córdoba».
En el acto se ha explicado que el pivot Felipe Reyes, galardonado con una medalla de plata, «debido a sus compromisos profesionales no ha podido venir al acto aunque ha manifestado su intención de recogerlo cuando las circunstancias se lo permitan». También ha sido galardonada con una medalla de plata Magdalena Díaz, pionera en el movimiento de las asociaciones de vecinos desde su barrio de Cañero, a cuyos componentes ha dedicado el reconocimiento. Por último, la profesora Amelia Sanchís ha recogido la medalla de honor por su labor en infinidad de colectivos sociales y en el feminismo.
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De Antonio Manuel se lo espera uno… Es de Podemos y por tanto asambleario. San Rafael es lo que es, porque lo elige el pueblo y no porque Dios le encomienda la custodia de Córdoba. De Isabel Ambrosio también se lo espera uno. En lugar de leer y formarse, ante su error, prefiere justificarse ante el público con una excusa tan facil como impresentable. Políticos de baratijas y rebajas…