Cada mes, cada vez que el Ayuntamiento celebra un Pleno se sucede la misma rutina: los colectivos se concentran en la calle Capitulares y cuando empieza la sesión entran en el salón. con sus pancartas, octavillas, fotos y manifiestos.
Cada mes hay colectivos fijos, aunque también es frecuente que haya algunos nuevos que se sumen a estas protestas. Así, los trabajadores de la empresa Tanatorios de Córdoba, los empleados de la Delegación de Infraestructuras, de Sadeco, los vecinos de Las Moreras y los de la plataforma Aire Limpio, entre otros.
Nada más abrirse la sesión comienzan a corearse los eslóganes. En esta ocasión han sido los empleados de Tanatorios de Córdoba los que han gritado «¡Ambrosio, dimisión!». A esto se ha sumado el de «Téllez, estratega con Cecosam no se juega» o que «Salas de velatorio es igual a sanatorio».
En el caso de Sadeco, han sido los del sindicato CGT los que han protestado en el Pleno contra la bolsa de trabajo temporal, contra los nombramientos a discreción. En CGT señalan directamente al presidente de la empresa, a Pedro García, como «el máximo responsable» de esta situación.
Esto es lo que hay que «tragarse». Los votantes de esta gente, deberían tener ahora el coraje de soportar lo que eligieron. El problema es que nunca llueve a gusto de todos y o te comes tu voto o te aguantas hasta otras elecciones pero lo que no puede ser es que uno diga blanco, otro negro y contentar a los dos. Con esta chorrada de la participación ciudadana, inventada por una izquierda incapaz de conseguir votos de otra forma que no sea tomando el pelo al personal, se ha llegado al extremo de que todos protestan, todos tienen razón y todos tienen claros sus derechos. Pues señores y señoras, faltaría más, a aguantarse con lo votado y si no lo has votado pues a tragar. Para la próxima habrá que pensarlo mejor a la hora de meter la papeleta. Este gobierno se está empleando en que no lo vote ni su familia.