
Precisamente, Güeto ha mostrado a este medio su estupor al conocer el contenido del informe del Defensor del Pueblo en el que se dice que no existe un Plan Director y que el Cabildo actúa en el monumento de forma «unilateral». Para el portavoz del Cabildo «resulta preocupante la falta de conocimiento del que hace estas afirmaciones que son rotundamente falsas. Tenemos que pensar que o miente con mala fe o no tiene ni idea de cómo se gestiona este monumento».
Los planes directores de monumentos, en general, no se acogen a una normativa especial como la urbanística, ni pueden sustituirla. Su cometido es integrador y permite a una institución, a una entidad, coordinar todos los frentes en los que se desarrolla su actividad intentando tener una presencia mayor en su campo de competencia técnica, social, cultural, económica, etc. Un bien cultural, puede conservarse y revalorizarse mejor si se tienen en cuenta la multiplicidad de factores que confluyen en el mismo, dentro de una sociedad con mecanismos de relación muy complejos, que traspasan con frecuencia las fronteras.
¿Un monumento sin plan director?
Algo que le parece particularmente grave al portavoz del Cabildo es que la Junta pueda decir ahora en respuesta al Defensor del Pueblo que «el plan director jamás fue aprobado cuando fueron ellos los que pagaron los honorarios a los arquitectos y además aparece reflejado en la página web del Ministerio de Cultura junto al del resto de catedrales de España en un documento donde se recoge el inventario de actuaciones del Plan Nacional de Catedrales. Además, si no hubiera Plan Director, ¿qué se supone que estamos revisando en las reuniones que mantenemos en la actualidad?».