(Teresa Jiménez). Comienza la precampaña para las elecciones municipales, y José María Bellido apuesta por una ciudad unida bajo su lema «Córdoba somos todos». Apoyándose en el pasado histórico de la ciudad, que ha sabido integrar la cultura romana, cristiana, judía y musulmana, Córdoba hoy es la suma de todo este legado. Construida bajo los cimientos del saber de Séneca, Abderramán I, Maimónides o Gonzalo Fernández de Córdoba recuerda con orgullo a estos personajes por ese sentimiento de pertenencia a sus raíces, que todos compartían. En palabras suyas «solo siendo conscientes y admiradores del valor de nuestro pasado seremos capaces de avanzar».

Para el candidato, el presente de Córdoba se ha «desdibujado» por el mandato de Ambrosio, convirtiéndola en una sombra de lo que fue y de lo que podría o debería llegar a ser. Un gobierno «sectario» y «radical» que ha contado con la mirada y participación de unos pocos, según compartió al comienzo del evento, Adolfo Molina, presidente del Partido Popular de Córdoba. Depositando en Bellido una gran confianza, le aconsejó con ímpetu no seguir los pasos de la actual alcaldesa y anteponer los intereses de la ciudad a los del partido.

En estos próximos meses hasta el 26 de mayo, la pretensión del candidato no será la de ofrecer el clásico programa de gobierno. Promete presentar un proyecto de ciudad conjunto que por fin haga honor y justicia a una Córdoba del siglo XI. Una propuesta más realista, que aúne, por tanto, las necesidades de todas y cada una de las asociaciones y colectivos cordobeses, sin pensar según Bellido en un «puñado de votos particulares».