La crisis, tiempo de oportunidad. El caso de la Mezquita de Córdoba. Bajo este título, el canónigo de la Catedral José Juan Jiménez Güeto pronunciaba este miércoles una interesante conferencia en las dependencias de la parroquia de la Consolación.

Ante un nutrido número de personas, el portavoz del Cabildo Catedral comenzó recordando que “llevamos (con esta problemática) desde el año 2004 y ha sido muy virulento durante los últimos cuatro años”. En este sentido, Jiménez Güeto advirtió que “no se trata de una cuestión que afecta sólo a la Catedral de Córdoba, sino a la Iglesia de toda España”. Y se lamentó de la pretensión de determinadas corrientes ideológicas de “reducir la religiosidad al ámbito de lo privado”.

Jiménez Güeto recalcó en su intervención que la Iglesia ha sentido preocupación por los medios de comunicación. Mientras que en la misma “ha habido un miedo escénico” a estos. En este apartado subrayó el valor que dieron a los medios los papas Pablo VI y Juan Pablo II, resaltando la necesidad e importancia de acercarse a ellos de manera profesional, “para cuidar la reputación de nuestras instituciones”. Por lo que puso en valor la apuesta por una presencia en medios de comunicación de forma transparente.

Ante la problemática de la Mezquita-Catedral, el capitular insistió en la labor que está realizando el Cabildo, que ha llevado a cabo un ambicioso plan de comunicación en torno a tres ejes fundamentales: culto, cultura y caridad. Un hilo argumental que llevó a Jiménez Güeto a repasar la estrategia que ha estado latente contra la Iglesia, durante algo más de la última década.

Además de recordar que la inmatriculación no otorga propiedad, sino que da publicidad a la ya existente; el canónigo recordó la figura de Mansur Escudero y como, en un primer momento, se habló de culto compartido (además de aludir a las fuentes de financiación de aquella campaña que captó la atención de medios internacionales). Un hecho que no caló en la sociedad e hizo que, a partir de 2014 (con la creación de la plataforma Mezquita Catedral de Córdoba), se virara hacia el cuestionamiento de la titularidad. Sobre la misma, Jiménez Güeto recordó los documentos que la acreditan y que se hallan, por ejemplo, en el archivo de Simancas. Y no eludió abordar la creación de la comisión municipal de “expertos”, cuyas conclusiones desmontó, no sin recordar que, de la casi treintena de comisiones creadas por Isabel Ambrosio, curiosamente, han salido muy pocas adelante, como ha sido el caso de la mencionada y la del cambio de nombre del callejero.