El Pego: cocina tradicional cordobesa con un toque exótico


Hoy queremos recomendarles este estupendo restaurante cordobés que combina tradición, buen gusto, algo de exotismo y productos de primerísima calidad.

Restaurante El Pego / Foto: LVC

Cuando uno entra en El Pego y observa la cuidada decoración de madera y azulejos, el diseño moderno de sus instalaciones y ese aire un tanto minimalista, puede llevarse a equívoco respecto a su carta si no la conoce: no hay ‘diseño’ en ella, pero sí un toque aventurero en algunos de sus platos, una excelente presentación y una elaboración con productos de primera calidad. «Creemos en el comercio de cercanía. Todo lo compramos por aquí y la verdad es que los comerciantes, además de tener mucha calidad en sus puestos, nos miman». Eso nos dice Nacho Pérez, que junto con Luciano Gutiérrez, abrieron El Pego en abril de 2018. 

Ese «por aquí» al que se refiere Nacho es la zona del Marrubial. El Pego está ubicado en la Avenida de las Ollerías, 48, cerca de la recientemente restaurada zona monumental. Parte de la terraza del restaurante da al antiguo muro de la Misericordia, lo que añade un punto patrimonial a un local que destaca, como hemos dicho, por su moderno diseño y cuidada decoración.

Vamos a lo que importa

En realidad importa todo en El Pego (comodidad, ambiente, o el café de la mañana), pero si lo que queremos es tapear o comer, hemos elegido un sitio ideal no solo por lo que ya hemos apuntado sino por sus ajustados precios. Nada de sustos. Y cuando lo que le ponen a uno por delante es calidad, se agradece mucho más como así lo demuestra la clientela fiel que tras dos años de vida han cosechado. A la línea tradicional de su cocina quisieron darle un toque personal y ciertamente lo han conseguido. Y para los más puristas hay que decir lo mismo que con el precio: nada de sustos. Que al flamenquín le añadan queso y trufa no solo no es pecado mortal, sino que es una experiencia fantástica para el paladar. De todas maneras pueden optar por el flamenquín tradicional si les apetece. Otro ‘sacrilegio’ es el que cometen con la carrillada, que sirven al toque de curry rojo y con cuscús. Si no acabara uno satisfecho, repetiría, porque no solo la carrillada está en su justo punto de cocción, sino que el curry le añade un sabor que es la excusa perfecta para serle infiel a la carrillada de toda la vida. 

Pueden seguir disfrutando con su reinterpretación de la ensalada de bacalao con naranjas de Palma del Río (Remojón cordobés con sahshimi de bacalao ahumado) o pasarse directamente a lo clásico pero que en El Pego convierten en arte: los calamares fritos. Una absoluta verdad. Una fritura excelentemente conseguida. Y clientes que solo acuden a El Pego por los calamares, aunque después acaben dando cuenta de uno de sus extraordinarios postres. Por cierto y antes de pasar a ellos: el tomate con melva de Huelva, en mi opinión y a pesar de su sencillez es una de las mejores  cosas que podemos encontrar en la carta de El Pego y por algo que no es un pego, precisamente: el tomate sabe a tomate y la melva está para morir. Todo ello aderezado con un excelente AOVE. 

La cerveza es Cruzcampo Glaciar y su carta de vinos, aunque pequeña, tiene un poco de todo lo que hay que tener: Ribera, Rioja, Rias Baixas y Extremadura. 

Los postres son caseros

Tanto la tarta de zanahoria como la de queso suponen un magnífico colofón para el comensal de El Pego. Son elaboradas por ellos y le añaden ese toque personal que las distingue de otras versiones que hayamos probado. Pero quizá, para los más golosos, el postre estrella sea la ‘muerte por chocolate’: distintos chocolates negros con los mejores cacaos. La muerte es figurada, claro. Pero extraordinariamente exquisita. Si algún día se encuentran bajos de ánimo, pídanla. Les alegrará la semana. 

Detrás de todo este elenco de maravilla se encuentra la mano maestra de Francisco Jurado, un cocinero de dilatada experiencia en alguno de los más famosos fogones cordobeses. Y eso se nota y mucho.

Terraza interior de El Pego / Foto: LVC

La Fase 2

En El Pego han extremado las medidas de seguridad que nos exigen los tiempos actuales y se han visto en la obligación de reducir aforo, tanto en el interior como en la terraza. Por eso es conveniente que reserven mesa en el teléfono 957 39 30 05. Esa falta de aforo ha quedado suplida, no obstante, con un diligente y personalizado servicio a domicilio que es gratuito por un pedido mínimo de 18 €. Se lo llevan a casa y todos contentos. Nuevas medidas de seguridad que de momento, y debido también a la temporada estival, no nos permiten disfrutar de los menús que ofrecían hasta marzo. Sí recuperarán el ‘cuchareo’ diario a partir de septiembre: lentejas, albóndigas, patatas con costillas, habichuelas y cocido. En El Pego decidieron quedarse «en la fase 2», según nos dice Nacho Pérez, y garantizar aún más las medidas de seguridad.

A partir de septiembre su horario será de lunes a jueves, de 12:30 a 16:30 h. y de 20:30 a 1:00 h. y los viernes, sábados y domingos, de 12:30 a 1:00 h.