En la semana en que se cumplen los primeros dos años de mandato del actual gobierno municipal, el alcalde, José María Bellido, ha sido el invitado en El Coro, el podcast de La Voz de Córdoba en el que cada semana se analiza la actualidad. En esta ocasión el regidor ofrece su balance sobre un periodo de tiempo que ha estado marcado por la llegada del coronavirus en marzo del año pasado.
Frente a la pandemia, de la que también habla Bellido en extenso, en el otro platillo de la balanza se encuentra la noticia de la llegada de la base logística del Ejército de Tierra. Las grandes cifras de este asunto son los 350 millones de inversión y la previsión de crear 1.600 nuevos puestos de trabajo. Pero, además, esta instalación auxiliar va a atraer a Córdoba a una industria auxiliar y todo en conjunto va a suponer un cambio en el modelo productivo de la capital, algo que se venía reclamando desde hacía tiempo para evitar la dependencia del sector servicios, y cuyo fruto se verá dentro de unos años:
La apuesta por la base logística tiene su pequeña historia. Bellido explica en el podcast que tuvo mucho de decisión personal después de preguntar «a quien tenía que preguntar», como eran el subdelegado de Defensa y el general de la Brigada. «No fue tanto por lo que me dijeron sino por el brillo que vi en sus ojos» lo que impulsó al alcalde al tirar para adelante en una jugada que finalmente salió bien, para disgusto de las otras ciudades candidatas.
La irrupción del covid en el mandato municipal
De los 24 meses del actual mandato sólo ocho fueron de normalidad. La llegada del coronavirus alteró todos los planes e hizo que la totalidad del gobierno municipal se centrara en combatir la pandemia. Como dice la portavoz de Ciudadanos, Isabel Albás, «el coronavirus llegó sin libro de instrucciones». Había que improvisar y tomar decisiones para las que, como reconoce Bellido, «no estaba preparado»:
En aquellos momentos el covid alteró de la noche a la mañana tanto lo público como lo privado y la crisis sanitaria dio paso a una crisis social contra la que había que actuar a la mayor rapidez posible, porque «si no llegábamos pronto no es que llegáramos tarde, es que no servía porque la gente no tenía qué comer».
La fórmula que se buscó fue la de ‘Córdoba somos todos’, consistente en una iniciativa que aglutinaba a quien ya estuviera realizando esa labor para no perder tiempo alguno. Desde el Ayuntamiento se realizó una labor de coordinación para aprovechar la inercia de una máquina que ya estaba en funcionamiento, por lo que el resultado se vio con rapidez:
Esta iniciativa, que cumplió con su cometido de proporcionar comida a quien de la noche a la mañana había perdido sus ingresos, no estuvo exenta de la crítica política. «Lo que me sorprendió fue que se dijera que se tenía que hacer, pero desde lo público, cuando el que necesita para comer no te va a preguntar de dónde lo hemos sacado», explica Bellido.
Bellido y la oposición
Al alcalde no se le ve tenso cuando se le habla de la oposición; es más, responde con una sonrisa y con ironía cuando se le recuerdan las críticas que se hacen desde las bancadas contrarias al gobierno municipal. Esta situación la concreta en el fondo de la cuestión, en que aquello que se plantea desde la oposición está desconectado de las necesidades y de los intereses de los cordobeses:
José María Bellido pisó por primera vez el Ayuntamiento en 2004, con 26 años. En todo este tiempo ha acumulado experiencia tanto en la oposición como en el gobierno con José Antonio Nieto de alcalde. Una de las lecciones mejor aprendidas es que los proyectos, si los quieres inaugurar, tienes que ponerlos en marcha en los primeros compases del mandato para que no sean engullidos por la paquidérmica burocracia municipal.
Los cálculos del alcalde se están cumpliendo. El mandato está en su ecuador y ya se está comenzando a ver la materialización de algunas de las iniciativas que se activaron en 2019. Por esta razón se muestra optimista en el podcast de El Coro, porque los resultados están al llegar:
Otra de los asuntos que Bellido maneja como pocos es el funcionamiento interno del Ayuntamiento. No hay otro concejal que lleve más tiempo en Capitulares. En estos más de tres lustros ha aprendido no sólo cada una de las piezas del engranaje administrativo, sino también los nombre y apellidos de quienes lo manejan.
Además, esta situación le permite también una organización del trabajo que optimice a todo el equipo, tanto el político como el técnico. Esta metodología le hace tener un conocimiento periódico de la marcha de todos los asuntos así como un contacto directo con sus responsables:
En estas reuniones hay, lógicamente, asuntos que se repiten una y otra vez por el lento avance de sus gestiones. Una de estas cuestiones, quizás la más popular de todas, es la de las Caballerizas Reales. Por resumir un poco: es un edificio monumental situado en un sitio de privilegio que es propiedad del Ministerio de Defensa, que no lo suelta a cualquier precio pese a que ya no le sirve para nada. El Ayuntamiento lo quiere. Es lógico. Allí se prevé el Centro Internacional del Caballo con unos planes que así explica el alcalde:
Los proyectos que tiene el gobierno municipal son diversos. Algunos son de nuevo cuño y otros consiste en mejorar y actualizar aquello que se viene haciendo desde hace años y necesita de una modernización. Es el caso del Festival de la Guitarra, para el que ya se intentó hace unos meses la externalización de los grandes conciertos del mismo, que son aquellos cuya contratación y gestión es harto complicada realizar desde una cada vez más rígida administración municipal.
Festival de la Guitarra: otra oportunidad
La delegada de Cultura, Marián Aguilar, lo intentó y salió mal. No sólo le sacaron el pañuelo verde en el Pleno, sino que además le costó la dimisión de tres consejeros del IMAE que, curiosamente, habían sido nombrados por el alcalde. Bellido no se da por vencido y en el podcast anuncia que lo volverá a intentar.
En la hora que el alcalde comparte con los lectores de La Voz de Córdoba en su podcast semanal se abordan otras cuestiones en un tono ágil y distendido, bajo la dirección de Rafael González y con la participación de José Juan Jiménez Güeto y de Jesús Cabrera, que se puede escuchar en este enlace.