Sin respiro. Giuseppe Aloisio no ha tenido en realidad un momento de descanso en lo que él definía, hace un par de semanas y aquí mismo durante nuestra entrevista dominical, como ‘trabajaciones’. El primer día de esas vacaciones de teléfono móvil- dos- con la sirena roja activada ya hubo un conato de incendio junto a la casa familiar, en Santa María de Trasierra, y nuestro delegado se quitó el meyba, le dijo hasta luego a su señora y a las niñas, y se fue al puesto avanzado. Y desde entonces ha sido un no parar, a pesar de la excelente labor de vigilancia preventiva que se lleva a cabo desde el Plan INFOCA. El delegado territorial de Desarrollo Sostenible, el señor Aloisio, ha acompañado a los efectivos antiincedios allá donde se hayan desplazado. Esta semana a Villaharta o a Alcaracejos, desde donde nos narra en su perfil de Facebook cómo está viviendo la experiencia y qué está pasando.
«Por la mañana se produce el traspaso de despacho de la dirección de extinción en el Puesto de Mando Avanzado (PMA) del incendio forestal de Alcaracejos. Aquí se hace un punto de la situación de los trabajos realizados durante la noche y el plan de operaciones del día. Anoche se le temía mucho a la cabeza del incendio que estaba fuera de control y se logró con mucho éxito una acertadísima maniobra de contrafuego, esto es, provocar intencionalmente fuego en dirección contraria del frente para crear un corte entre la vegetación. Al no encontrar combustible el fuego se apaga en la zona quemada previamente«.
Giusseppe Aloisio no es un improvisado periodista. Es un servidor público, que a la postre es lo que son los periodistas. Desde que fuera nombrado delegado territorial, sobre todo, utiliza las redes sociales para contar qué se hace desde la delegación. A veces no elude la crítica política con humor, al contrario de otros compañeros suyos tan rígidos y obedientes a la norma de partido y asustadizos frente a la libertad de expresión.
«Desde esta mañana se ha vuelto a organizar el apoyo aéreo y hemos tenido hasta 8 medios entre aviones y helicópteros y la dirección de extinción ha dado el fuego por ESTABILIZADO (definición que nos indica que no hay ningún frente fuera de control y el perímetro del fuego realizado).
Este desastre arroja unas cifras descorazonadoras, con una superficie quemada superior a las 600 has. en un perímetro de 21 km.. Enorme la labor de los retenes (hasta 80 entre bomberos y técnicos) ganándole terreno metro a metro al fuego y ayudados por tres bulldozer (dirigidos por los Agentes de Medio Ambiente) que perimetraron el fuego«.
Los datos son importantes. No se le puede achacar al INFOCA que no los aporta, y además a tiempo real, casi. Su cuenta en Twitter es la fuente de todos nosotros para contarles a todos ustedes lo que ocurre cuando pasa. Pero lo más importante es que éste es un trabajo de equipo, donde todos están, donde todos aportan, donde nadie se escabulle. Ni los cargos públicos, tan criticados en muchas ocasiones, se escaquean. Giuseppe Aloisio nos lo cuenta: » Araceli Cabello Cabrera estuvo desde primera hora de la mañana en el PMA siguiendo la evolución del incendio junto a Jose Luis Cabrera Romero, Alcalde de Alcaracejos y Santiago Cabello Muñoz, Alcalde de Pozoblanco. Tuvimos la oportunidad de recorrer parte de la superficie quemada, y también visitando a los vecinos afectados. (…)
En un incendio, y yo creo que ante cualquier adversidad, se demuestra la solidaridad y el altruismo de las personas anónimas que se acercan para saber en qué pueden ayudar y cómo.
A todos ellos, gracias, en nombre de todos.
Y también los alcaldes, primeros portavoces de la preocupación, cuando no desesperación, de sus vecinos.
Me gustaría darle las gracias públicamente al Alcalde de Alcaracejos que le hizo el mejor regalo al dispositivo del Plan Infoca desplegado en el Puesto de Mando Avanzado.
Les regaló SOMBRA, cediendo dos carpas del Ayuntamiento, montadas esta mañana en tiempo récord, no sé si por empleados municipales o por los mismos vecinos.
Se agradecen gestos así. Siempre».
El cronista-delegado no duda en dibujar sensaciones; el olor o el miedo. La preocupación. El cansancio…
«A las 16:30 (en este momento), además del fuerte olor a quemado, se respira un «prudente optimismo» de cara a la tarde-noche.
De momento me quedo con esa sensación de paz en un frente de batalla, sobre todo si lo comparo con ayer a esta misma hora».
Lo mejor de este gesto cotidiano del delegado territorial es que no hay siglas; tras esta pequeñas crónicas no existe la crispación ni las posturas polarizadas. El enconamiento generalizado de la política en estas crónicas no se encuentra porque, como muy bien narra Alosio «Aquí no hay dudas. Coincidimos todos al unísono».