La Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) ha convocado para el próximo 18 de septiembre una manifestación en Madrid que partirá de la Plaza de Colón y finalizará frente a la sede del Ministerio del Interior, en el Paseo de la Castellana.
Ese día, guardias civiles procedentes de toda España, «incluidos los de la provincia de Córdoba, se manifestarán para concienciar a la ciudadanía de la falta de derechos y precariedad de las condiciones sociolaborales de los trabajadores de la Guardia Civil, así como para trasladar a los grupos políticos y al Gobierno la necesidad de poner remedio a esas precariedades y discriminaciones de modo inmediato».
La convocatoria «ha despertado una gran expectación entre los guardias civiles y sus familiares, como ya ocurrió el pasado 5 de junio cuando AUGC organizó una concentración en la Puerta del Sol de Madrid, en la que participaron miles de agentes y familiares, buena parte de ellos procedentes de la provincia cordobesa».
«Las discriminaciones, precariedades y carencia de derechos que han llevado a AUGC a convocar esta manifestación son muchas, diversas y antiguas: los guardias civiles todavía no cuentan con una jornada laboral digna, con turnos de trabajo que permitan conciliar; el reparto de la Productividad premia a los altos mandos y deja las migajas a los agentes; pueden ir a la cárcel por una discusión laboral; sus representantes asociativos son represaliados; no hay derecho de sindicación; faltan medios humanos y técnicos, por citar solo algunas de ellas», afea AUGC.
Además, el acuerdo de equiparación salarial firmado en 2018 con el Gobierno «no se ha cumplido plenamente, porque hay que revisar las cantidades inicialmente destinadas a la equiparación salarial con los Mossos y dar cumplimiento a la cláusula tercera, para que se puedan incorporar al servicio los guardias civiles en situación de reserva sin destino, y la cláusula octava para la tramitación de una ley que no permita en el futuro discriminaciones salariales entre cuerpos policiales que realizan las mismas funciones. A lo cual se añade la diferencia de trato que se produjo en la asignación del tercer y último tramo de equiparación salarial para guardias civiles y policías nacionales. A pesar de contar la Guardia Civil con un presupuesto mayor (59%) que la Policía Nacional (41%), la cantidad asignada a las escalas de base fue menor para la primera».
AUGC se lamenta de que, «por si esto fuera poco, la Dirección General ha aprobado una nueva norma para regular la productividad que es tan ininteligible, complicada, confusa y no reconoce el servicio operativo que realizan los guardias civiles en horas nocturnas o festivas».
A todo lo anterior se añade que «los guardias civiles continúan siendo los únicos trabajadores de los servicios de emergencia, incluidos el resto de cuerpos policiales, que no cuentan con una turnicidad de trabajo estable y continuada -a pesar de que así lo marca la ley- que les permita conciliar su jornada laboral y familiar, ya que no saben qué días tendrán que trabajar y cuáles librarán a apenas unas semanas vista. Además, un guardia civil es el policía que más horas de trabajo realiza anualmente, sin que este esfuerzo se vea recompensado en su nómina».
Pero «no solo se les impide tener turnos de trabajo, sino que también ayer mismo la Dirección General de la Guardia Civil anunció que va a introducir nuevos y graves recortes en la normativa que regula la jornada laboral de los agentes, incluso quitándoles los descansos que tienen generados y acumulados por la prestación de servicios. Los guardias civiles continúan siendo tratados como policías de segunda«.
Otro de los agravios que sufren los trabajadores de la Guardia Civil «es el Código Penal Militar, un anacronismo impropio en una verdadera democracia, que se emplea como herramienta laboral represora. AUGC insiste en la necesidad de que deje de aplicarse el Código Penal Militar a los guardias civiles en funciones policiales. Y a ello se añade la reciente aprobación de un Código de Conducta que supone una involución en las políticas de personal aplicadas a los guardias civiles para hacerles retroceder a épocas ya superadas».
Los trabajadores de la Benemérita «carecen -según AUGC- de derecho de sindicación, algo fundamental a la hora de negociar con la institución mejoras sociolaborales, mientras que el resto de cuerpos policiales sí disfrutan de este derecho, al igual que el resto de españoles. A esto se añade la persecución de los representantes asociativos de AUGC, pues son los únicos que sufren estas aperturas de expedientes y aplicación de sanciones, como práctica represora que tiene como claro objetivo amedrentar a los legítimos representantes de los guardias civiles».
AUGC interpeló directamente por todas estas cuestiones al Ministro del Interior en la concentración de la Puerta del Sol el pasado 5 de junio, pero éste sigue haciendo oídos sordos y no se ha dignado a contestar a nuestros requerimientos. Por ello, volveremos a salir a la calle el 18 de septiembre y además hemos pedido la inmediata dimisión de Fernando Grande-Marlaska por su aciaga gestión al frente de Interior y ausencia de diálogo para atender los problemas de los guardias civiles.