Guardias civiles de Córdoba se manifiestan ante el Ministerio del Interior


Miles de guardias civiles, muchos de ellos procedentes de Córdoba, se han manifestado en Madrid para reclamar el reconocimiento de sus derechos sociolaboral

Guardias civiles se manifiestan ante el Ministerio del Interior./Foto: AUGC
Guardias civiles se manifiestan ante el Ministerio del Interior, en una imagen de archivo./Foto: AUGC
Guardias civiles se manifiestan ante el Ministerio del Interior./Foto: AUGC
Guardias civiles se manifiestan ante el Ministerio del Interior./Foto: AUGC

Durante la mañana de este sábado ha tenido lugar en Madrid una gran manifestación convocada por AUGC, que ha partido de la Plaza de Colón de Madrid y ha finalizado ante la sede del Ministerio del Interior, con la asistencia de miles de guardias civiles de todo el país, muchos de ellos desplazados desde la provincia de Córdoba.

Como ha informado la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC), en dicha movilización se ha denunciado la «falta de derechos y precariedad de las condiciones sociolaborales de los trabajadores de la Guardia Civil, y se ha reclamado al Gobierno y a los grupos políticos que pongan remedio a esas precariedades y discriminaciones de modo inmediato».

El secretario general de AUGC en Córdoba, Juan Ostos, ha expresado que “hemos venido a Madrid para decir alto y claro que los guardias civiles carecemos de una jornada laboral digna, que el acuerdo de equiparación salarial no se ha cumplido plenamente, que el reparto de la productividad premia a los altos mandos y deja las migajas a quienes trabajan a pie de calle, que podemos ir a la cárcel por una discusión laboral, y que en definitiva los guardias civiles tenemos peores condiciones laborales que el resto de policías en este país”.

Y ha añadido que “hoy salimos de nuevo a la calle porque el Ministro del Interior y la Directora General de la Guardia Civil ignoran nuestras demandas y están dando la espalda continuamente a los guardias civiles, que nos sentimos abandonados, y reclamamos la dimisión inmediata de Grande-Marlaska. No estamos dispuestos a seguir siendo pisoteados y tratados como policías de segunda”.

En la manifestación los representantes de AUGC han denunciado que «el acuerdo de equiparación salarial firmado en 2018 con el Gobierno no se ha cumplido plenamente, porque no se han revisado las cantidades inicialmente destinadas a la equiparación con los Mossos, no se ha incorporado al servicio los guardias civiles en situación de reserva, y no se ha tramitado una ley que impida en el futuro discriminaciones salariales entre cuerpos policiales que realizan las mismas funciones. A lo cual se añade el injusto reparto que se produjo en la asignación del tercer y último tramo de equiparación salarial para guardias civiles y policías nacionales, perjudicando a los primeros en beneficio de los segundos».

También han puesto de manifiesto que «los guardias civiles son los únicos trabajadores de los servicios de emergencia, incluidos el resto de cuerpos policiales, que no cuentan con una turnicidad de trabajo estable y continuada que les permita conciliar su jornada laboral y familiar. Además, un guardia civil es el policía que más horas de trabajo realiza anualmente, sin que este esfuerzo se vea recompensado en su nómina. Y encima la Dirección General de la Guardia Civil ha anunciado hace unos días que va a introducir nuevos y graves recortes en la normativa que regula la jornada laboral de los agentes, incluso quitándoles los descansos que tienen generados y acumulados por la prestación de servicios».

Y han denunciado igualmente el «injusto reparto del complemento de productividad, beneficiando a los altos mandos en detrimento de los agentes que prestan servicios operativos y trabajan en horarios nocturnos y festivos, así como la anacrónica aplicación del Código Penal Militar en funciones policiales, la carencia del derecho de sindicación, la persecución a los representantes de AUGC, y en definitiva la discriminación laboral de los guardias civiles respecto al resto de policías españoles, tratándoles como un cuerpo policial de segunda».