El senador por Córdoba del PP, Fernando Priego, elevará una pregunta el próximo martes al ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, sobre las dos comisarías para Córdoba que en su momento se aprobaron y contemplaron en el Plan de Infraestructuras de Seguridad del Estado, una para el barrio de la Fuensanta y otra para Poniente, y que de momento se han quedado en una y casi media.
Porque el senador cordobés ha calificado de ‘cambiazo’ el hecho de que la comisaría de Poniente, que en principio iba a la Avenida de Manolete, se haya transformado en «una oficina de tramitación de DNI y denuncias» en la Avenida de América. Y no para 2024, año previsto para la finalización de ambas, «sino mucho más tarde» ya que como ha denunciado Priego «no aparecen en los proyectos en vigor de los PGE de 2022» y solo se contempla una «minipartida» (100.000 euros) de la que ha dicho que «como mucho da para la redacción del proyecto de obra».
Priego ha acusado al PSOE de no comprometerse con una ciudad que por número de habitantes y extensión geográfica «merece esas dos comisarías». Unas infraestructuras que son fruto del periodo de José Antonio Nieto como Secretario de Estado de Seguridad en 2018, con el Gobierno de Mariano Rajoy «y que el propio partido socialista aprobó en su inclusión en el Plan de Infraestructuras de Seguridad del Estado». Después llegó la moción de censura, Pedro Sánchez a la Moncloa y las comisarias quedaron en estado de hibernación, con terrenos municipales ya cedidos por el Ayuntamiento de Córdoba gobernado entonces por PSOE e IU.
Fernando Priego ha insistido en el cambio de tipología del inmueble que en principio iba a Poniente y ha añadido que en los Presupuesto, para esta instalación, «encima no aparece ni un solo euro».
El próximo día 2 el senador preguntará al ministro del Interior sobre la prioridad que el Gobierno del PSOE ha dado a estos proyectos. «Que no se queje si después le abuchean», ha concluido Priego, en referencia a lo ocurrido hace unas semanas en la parada de la Guardia Civil en Córdoba, en la que Marlaska se llevó una sonora pitada.
