Hablar de deporte de élite no es hacerlo con la acepción de ‘elitista’ sino de excelencia. La excelencia entendida como una cualidad que permite a cualquier disciplina deportiva y a sus correspondientes deportistas competir y jugar en las máximas categorías.
En El Coro de esta semana la propuesta que hacemos es precisamente conocer cómo gracias o a pesar de las instalaciones municipales tenemos equipos en las primeras categorías y lo que supone eso en réditos para toda una ciudad. ¿Se piensa desde el consistorio en ello o solo se diseñan infraestructuras y programas para los vecinos?
Tratamos de responder a estas preguntas con el presidente del CBM Córdoba Balonmano, Miguel Pardo, que milita en la división de Honor Plata masculina y femenina. También nos acompaña el presidente del Córdoba Futsal Patrimonio de la Humanidad, José García Román, en la primera división del fútbol sala y «en la mejor liga del mundo». No podía faltar un representante del Córdoba CF, que en este caso es el letrado Jesús Coca y que abre su intervención recordando que «esta ciudad no reconoce el trabajo callado del balonmano y el fútbol sala» y ofreciendo la colaboración del club para ambos equipos.
Hablar de la élite no es hacerlo contra la base
Y en efecto, clubes como el de balonmano trabajan fundamentalmente el denominado ‘deporte base’. «Somos un club de cantera», manifiesta Miguel Pardo, que recuerda que están presentes en 15 colegios públicos cordobeses desarrollando su labor también como escuela de balonmano. Pardo se queja de que, municipalmente hablando, «no hay un plan director de infraestructuras deportivas» no solo en la creación de las mismas y mantenimiento sino en su uso racional y óptimo para el fomento del deporte de élite.
Y eso lo sabe bien José García Román, que en este sentido se muestra más crítico porque ha visto como con acontecimientos como el denominado iSport – deporte por ordenador- se han visto obligados a cambiar entrenamientos y partidos en el Palacio de Deportes Vistalegre, cuando este tipo de modalidades no tienen la repercusión mediática ni el retorno publicitario que el fútbol sala. Además, los cambios de horarios y días de partido – un viernes a las seis de la tarde, por ejemplo- afectan negativamente en la asistencia de público, difícil de fidelizar de esta manera, según García Román.
Por su parte , Jesús Coca quiere puntualizar en el podcast de esta semana algunos aspectos relacionados con el estadio del Arcángel «que es el activo patrimonial que más vale del Ayuntamiento. Y que más cuesta mantener». 430.000 euros anuales, para ser exactos, dato que aporta el propio Coca. «Cuando se habla de la cesión del estadio hay mucha demagogia y mucho desconocimiento» añade el letrado que recuerda que «todos los Ayuntamiento destinan una cantidad para el mantenimiento» y pone de ejemplo los de Jerez (Chapín) o Algeciras, sostenidos municipalmente en su integridad.
El reto, como una de las conclusiones del episodio de esta semana está en la diferencia de «pensar en grande o hacerlo en pequeño», con un cierto complejo municipal un tanto acogotado por lo vecinal que ambicioso deportiva y competitivamente hablando.
Como siempre, pueden escuchar el podcast en su integridad en las plataformas habituales o seguir por nuestro cana del Youtube.