«Un impuesto bastante complicado en su cálculo para cualquier persona». Juan Rafael Toledano es abogado, colaborador de La Voz de Córdoba y especialista en Derecho concursal. Y bastante más modesto que la ministra María Jesús Montero, que vio fácil y rápido ‘lo de las plusvalías’. Dicho en el congreso socialista de Torremolinos un sábado y hecho un lunes con la publicación en el BOE de un Real decreto que adapta a la Constitución Española lo que el Tribunal Constitucional había sentenciado que no lo era en varias ocasiones. «Ojo que todavía puede que sea anticonstitucional», nos dice hacia el final de El Coro de esta semana Toledano, cosa que adelantamos aquí a modo de spoiler, que dicen los modernos.
Hay que partir del hecho de que el asunto, en efecto, no solo es complicado sino que parece que a la población en general no le importa demasiado, o casi nada. Hasta que llega la hora de la verdad en una notaría, que casi siempre llega. «La filosofía del impuesto en un principio pretendía que el ciudadano reportase en el momento de la transmisión el valor añadido que daban las administraciones públicas al arreglo de calles, alumbrado o servicios que mejorasen las ciudades», aclara el letrado » y la hora de la venta del inmueble eso revirtiera en la sociedad». De hecho es algo, como informa Toledano «recoge el artículo 47 de la Constitución». Ocurre que con el paso del tiempo las ciudades se articulan a través de planes generales de ordenación urbana y que en muchos casos es la iniciativa privada, y no la pública, la encargada de las mejoras y del impulso de servicios. Y además llega una crisis – la de 2008- y pone patas arriba casi todo, principalmente el valor de la vivienda. Los propietarios pierden dinero a lo que hasta entonces no solo era una inversión , sino la principal inversión de su vida. Es ahí cuando actúa el Tribunal Constitucional, nos cuenta nuestro abogado, que realiza una precisa secuencia de los hechos que nos han traído hasta aquí.
«Este es un impuesto cargado de ideología», nos avisa Samuel Díaz, economista y también colaborador de este diario, «sobre todo por el discurso de redistribución de la riqueza». Díaz además señala hacia el mantra repetido desde los ayuntamientos sobre la importancia que este tributo tiene a la hora de financiar a los municipios. «La recaudación , por ejemplo en el caso de Córdoba, conforma un 1% del PIB», señala Samuel Díaz.
Juan Rafael Toledano nos explica en ‘antes y el después’ del reciente Real decreto y queda claro que ahora se penalizan más los cinco primeros años que con la anterior normativa a la hora de establecer esa ‘plusvalía’ -«Hay una presunción de especulación hacia el contribuyente»- y sobre todo aclara cómo serán esos dos baremos que se aplicarán a la hora de establecer los valores catastral o real.
Ambos invitados coinciden en la necesidad de estar bien asesorados a la hora de realizar un trámite en este sentido y sobre todo de la responsabilidad personal que tenemos sobre estar bien informados principalmente en materia fiscal, porque como concluye Toledano «solo hay dos cosas claras en esta vida: que nos morimos y que pagamos impuestos».
