El mensaje ha hecho pupa. El autobús con el que la dirigente de Vox Macarena Olona abría el pasado lunes en Sevilla una ruta por Andalucía balo el lema ‘¡Devolved lo robado!’ ha revuelto los ánimos en el sindicato UGT. Este vehículo, en el que además figura el logotipo del PSOE, CCOO y UGT con unas grandes fotografías de los expresidentes de la Junta Manuel Chaves y José Antonio Griñán, ambos condenados, tenía previsto servir de fondo a una rueda de prensa de la portavoz de Vox en el Ayuntamiento, Paula Badanelli, frente a la sede del sindicato y que al momento contó con la presencia de una patrulla de la Policía Nacional.

En UGT, sabedores de la convocatoria a los medios de comunicación, colocaron en la fachada de su sede un cartel que decía «Fuera fascismo» y una megafonía que repetía una y otra vez ‘La Internacional’.

El historial de UGT

Ante este despliegue, los de Vox decidieron celebrar la rueda de prensa en las inmediaciones, concretamente en La Fuensantilla, pero hasta allí se dirigieron una decenas de liberados y afiliados a UGT para mostrar su rechazo a ‘¡Devolved lo robado!’, cuando el historial de este sindicato no invita a sacar pecho.

Entre otras cuestiones, el Tribunal de Cuentas tiene embargados a UGT casi diez millones de euros en sedes por su posible responsabilidad civil en el caso de los ERE. Pero mientras tanto, el Tribunal Supremo ya ha condenado en firme al sindicato por desvío de subvenciones a la devolución de 136.000 euros. Son sólo unos casos.