
El dispositivo policial aprobado en la Junta Local de Seguridad ante la inminente celebración de las Cruces de Mayo tiene un objetivo claro, y es el de frenar la proliferación del botellón en distintos puntos de la ciudad, concretamente en las inmediaciones de aquellas cruces que generalmente son las más concurridas.
La experiencia se puso en marcha unos años antes de la pandemia en la Cuesta del Bailío, con buenos resultados y este año se va a ampliar a otros lugares, como son el ábside de Santa Marina, plaza del Conde de Priego, San Nicolás, Trinidad, San Hipólito y San Andrés.
El alcalde, José María Bellido, ha destacado que este año en las Cruces de Mayo habrá «medidas adicionales, como perimetraciones, mayo presencia policial, pero la principal medida es la concienciación de todos», porque el objetivo es «disfrutar con seguridad, pero con orden».
«Hay ganas de volver a las fiestas tradicionales, pero que esas ganas no se conviertan en excesos», ha apuntado Bellido, quien ha recomendado prudencia y responsabilidad, por las razones de que «el covid sigue activo, por imagen de la ciudad y por el descanso de los vecinos».
Agentes en las Cruces de Mayo
La totalidad de la plantilla de la Policía Local, que son 350 agentes, estará a disposición de este dispositivo, a la que se sumarán los 50 efectivos que se encuentran de prácticas en este cuerpo de seguridad. La Policía Nacional aportará en estas Cruces de Mayo a 350 agentes, que realizarán 1.400 servicios en total. La Guardia Civil, por su parte, se encargará de controlar los accesos y salidas de la capital.
La subdelegada del Gobierno, Rafi Valenzuela, ha destacado que este plan de seguridad para las Cruces de Mayo tiene «muy engrasado el mecanismo» y funciona muy bien, como ha ocurrido en la reciente Semana Santa. Valenzuela ha felicitado por «la coordinación exitosa y tiene mérito, porque nuestra Semana Santa discurre por calles que no son fáciles de garantizar la seguridad y se ha hecho de manera impecable».