«Seis de cada diez fisioterapeutas de nuestro país han sido agredidos, ya sea física o verbalmente, en los dos últimos años de pandemia Covid-19 mientras desarrollaban su labor en los centros sanitarios o sociosanitarios. Unos lamentables episodios de violencia que acachan, en mayor medida, a la crispación social generalizada y a la falta de personal suficiente para atender a los pacientes».
Así se desprende de la macroencuesta realizada por el Sindicato de Enfermería, SATSE, a cerca de 1.400 fisioterapeutas de todas las comunidades autónomas, además de Ceuta y Melilla, para hacer una “radiografía actualizada sobre el grave problema de la violencia en el ámbito sanitario que se sufre en el conjunto del Estado».
La pandemia, a pesar de la positiva valoración pública general del esfuerzo y compromiso de los profesionales sanitarios, «no ha supuesto un mayor respeto hacia los mismos, como así lo demuestra que más de seis de cada diez fisioterapeutas hayan sido agredidos en los dos últimos años», según la encuesta de SATSE.
El mayor porcentaje de las agresiones sufridas por estos profesionales sanitarios son los «insultos y amenazas hacia su persona, ya que los han sufrido casi seis de cada diez fisioterapeutas en el desempeño de su trabajo, seguidas de las vejaciones. En lo que respecta a las agresiones físicas, 13 de cada 100 fisioterapeutas afirman haber sufrido este tipo de violencia».
Consultados también por SATSE sobre las causas de estas agresiones, «los fisioterapeutas destacan la crispación social generalizada (76 por ciento), la falta de personal para atender a los pacientes (68 por ciento) y los largos tiempos de espera (66 por ciento). Por otro lado, el descontento con la atención recibida es uno de los motivos de agresión para más del 33 por ciento de estos profesionales sanitarios«.
En general, «los profesionales de Fisioterapia piensan que, tanto el ambiente laboral como la relación con los pacientes, ha empeorado en los dos últimos años caracterizados por la grave crisis sanitaria y social del Covid-19, y así lo manifiestan el 47 por ciento de los fisioterapeutas consultados».
De otro lado, la encuesta realizada por el Sindicato de Enfermería confirma que las cifras oficiales en materia de agresiones siguen siendo la “punta del iceberg, ya que continúan sin denunciar la agresión sufrida casi el 60 por ciento de los fisioterapeutas agredidos. Las causas que esgrimen ponen de manifiesto la falta de confianza en la respuesta del sistema, ya que cuatro de cada 10 piensa que la denuncia no sirve para nada”, afirma.
Al respecto, SATSE subraya que cualquier tipo de agresión es “absolutamente inadmisible” e insta a todos los fisioterapeutas a que denuncien todo tipo de episodio violento, ya que siempre debe haber “tolerancia cero” hacia comportamientos agresivos que afectan a la integridad física, emocional y psicológica de profesionales sanitarios que lo único que quieren es atender y cuidar a sus pacientes de la mejor manera posible.