Al Ayuntamiento, como a cualquiera, también le sube la factura de la luz. Las estimaciones realizadas por la Unidad de Alumbrado Público de la Delegación de Infraestructuras señala que son necesarios 2,7 millones de euros para pagar los recibos del segundo semestre del año.
Lógicamente, esta cantidad no está presupuestada por ser resultado de la progresiva subida de los costes energéticos que se sufre en España y, por tanto, ha sido necesario aprobar una modificación de crédito, con cargo a los remanentes del pasado año.
De los 2,7 millones, el ‘bocado’ más gordo se lo llevará la factura de alumbrado público, con 1,6 millones de euros. El resto se reparte entre los 738.615 euros para el suministro eléctrico de las dependencias municipales y los 351.460 euros para el consumo de los colegios.
La elaboración de este cálculo no ha sido nada fácil para el Ayuntamiento. La operación ha consistido en hacer una comparación con las curvas de consumo de 2019, que fue el último año de gasto energético sin verse afectado por la pandemia del coronavirus. El Consistorio dispone de casi 1.200 puntos en los que se consume electricidad y la compañía distribuidora no ofrece la totalidad de la información requerida para realizar este cálculo, por lo que una parte del mismo está basada en una hipótesis de consumo.
La conclusión a la que se ha llegado es que la subida es de nada menos que del 92 por ciento, y esto hace que la partida prevista en el presupuesto del Ayuntamiento, que es de 6,9 millones de euros sea a todas luces insuficiente.