Cómo pasar el verano en Córdoba con pocos fondos


Alternativas para todos los gustos sin castigar demasiado el bolsillo

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Cocktail. /Foto: LVC

Con una inflación en la provincia del 11,2 por ciento que crece de forma desbocada desde mucho antes de la invasión de Ucrania, el verano se presenta de forma muy diferente al de años anteriores. Muchos cordobeses ya se habrán dado cuenta de que no hay espacio para muchas alegrías, y que los viajes y escapadas para estas vacaciones hay que reducirlos considerablemente, o simplemente suprimirlos, si no se le quiere hacer un roto de considerables dimensiones a la cuenta corriente.

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Agencia de viajes. /Foto: LVC

Los hoteles han subido un 40/50 por ciento, los billetes de avión un 16 por ciento, llenar un depósito de gasolina es un 34 por ciento más caro que hace un año y si es de gasóleo la subida es del 43 por ciento sin olvidar la alta carga impositiva que va a parar directamente a donde usted sabe. Con este panorama es lógico reducir la expansión estival y concienciarse de que en Córdoba, así visto, tampoco se está tan mal.

La clave está en saber administrar el tiempo y estar en la calle lo imprescindible: a muy primera hora de la mañana para hacer las compras y las gestiones irremplazables, y a última hora de la tarde -si ya ha anochecido, mejor- para la expansión, el ocio y la diversión que haga olvidar y compense la interminable jornada de persianas bajadas y aire acondicionado a todo tramo sin que se entere el Gobierno.

El periodista Joaquín Merino triunfó en 1969, en pleno boom ‘hippie’, con su guía ‘Londres para turistas pobres’ con multitud de consejos y recomendaciones para pasar unos días en la capital británica cortitos de presupuesto. En este caso se trata de sobrellevar en todo o en parte un veraneo en Córdoba en el que, además, no es conveniente que divulgar mucho que son vacaciones de tieso, porque lo malo no es estar tieso -algo cada vez más común, vista la evolución de la economía- sino que la gente lo sepa.

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Cine Fuenseca. /Foto: LVC

Esto no es óbice para disfrutar de una Córdoba que en las noches de verano recupera el pulso para que todo sea posible. La cita clásica de estos días está en los cines de verano (Fuenseca, Delicias, Olimpia y Coliseo de San Andrés). Su oferta, como siempre, va más allá de la película en sí porque el ambigú y las mesas repartidas en la periferia del patio de butacas logran una hibridación entre cine y hostelería que sorprende al foráneo desacostumbrado a este lujo.

Por cierto, las terrazas de los bares son la escapatoria ‘ad hoc’ para el veraneante en Córdoba. Aquí la oferta se dispara y habrá quien se pueda permitir una velada en María la Judía o en el entorno de Isla Fuerteventura, pero lo castizo está en las terrazas de Levante, la avenida de Barcelona o el Sector Sur. Valdeolleros no está mal, el Zoco se lleva la palma y los mejores en calidad, precios y espacios son conocidos más allá de su propio barrio, como pasa con Casa Rubio Los Cazadores, en el Naranjo.

Piscina de Rabanales días
Piscina de Rabanales. /Foto: LVC

Tampoco es plan estar todo el día encerrado en casa. La oferta de piscinas en Córdoba es amplia y abarca todos los bolsillos, por lo que no hay razón para quejarse y permitirse alguna que otra escapada. Desde las más caras de los hoteles y algunos clubes sociales a las más económicas, como las municipales, las de la Fuensanta, la calle Marbella o Santuario. Este año la novedad está en que hay un autobús de Aucorsa, el 76, que sale de Colón y tiene parada en el Lagar de la Cruz, junto a Assuan y a un paseito de Las Dos Columnas.

No todo va a ser el cine, las piscinas, los peroles nocturnos en El Arenal o las terrazas de los bares. Hay alternativas si se quiere. En estos días la oferta cultura cae prácticamente a cero, pero algo hay. Los jóvenes tienen actividades en la Casa de la Juventud, pero Medina Azahara, un año más, acoge públicos de todas las edades.

La ciudad califal tiene visitas nocturnas teatralizadas todos los viernes y sábados hasta el 10 de septiembre y del 3 al 6 de agosto vuelve Algarabía, un ciclo escénico en el que volverá a brillar la figura de Rafael Álvarez ‘El Brujo’. 

Actividad en Los Villares de Las Perseidas 2019. /Foto: Parque Periurbano de Los Villares

Más cosas: la provincia está a la vuelta de la esquina y es cuestión de proponérselo. Este año toca teatro en Benamejí y Fuente Obejuna, el auditorio de Cabra tiene conciertos para todos los gustos, sin olvidar las respectivas ferias de los pueblos y de las barriadas periféricas que se irán encadenando en el calendario y que están muy bien.

Por último, la actividad más barata que se puede hacer este verano sin gastar un solo euro -y, por tanto, no genera problemas de conciencia en estos tiempos de apreturas- es salir al campo a ver las lágrimas de San Lorenzo. Las estrellas fugaces se encargarán de dibujar en el cielo el espectáculo que no falla ningún verano y que gusta tanto a mayores como a pequeños.