¿Qué pasa en Córdoba con los árboles recién plantados? Una cuestión que en décadas ha pasado prácticamente sin mayor repercusión pública se ha convertido en las últimas semanas en un asunto que ha motivado el pronunciamiento de colectivos, formaciones políticas y cargos públicos. Muchos tiene su opinión sobre los árboles que últimamente se han plantado en Córdoba y el asunto ha pasado a ocupar el primer plano de la actualidad.
Una de las prioridades que se ha marcado el gobierno municipal para este mandato es la construcción del denominado anillo verde, que consiste en una sucesión de grandes parques que incrementa considerablemente la zona arbolada de la capital. De esta forma se cumple con un proyecto fijado en el PGOU y que los anteriores equipos de gobierno habían esquivado.
En los tres últimos años se ha realizado el parque de Levante, el del Flamenco y se ha habilitado la finca de El Patriarca como nuevo parque periurbano, con un concepto distinto, parecido a Los Villares, pero inserto en el casco urbano.
En todos ellos se han realizado plantaciones en los últimos meses, con la finalidad de dotarlos, en los dos primeros casos, o de reforzar, en el tercero, la masa arbórea. Este tipo de plantaciones tiene una serie de peculiaridades que son las que han generado el debate ciudadano, como el riego de las especies o la pérdida de algunos plantones.
La característica común a la actuación llevada a cabo en estas tres zonas verdes es que en todas ellas se han plantado especies autóctonas por ser parques y no jardines en las que prima más lo ornamental. El diseño y las especies a plantar ha sido el fruto de un proceso que Ignacio Montero, técnico paisajista de la Gerencia de Urbanismo, ha dirigido con aquellos colectivos que se han interesado en este asunto.
De este modo, en los 150.000 metros cuadrados del Parque de Levante se han plantado 1.069 árboles, de los que 400 son almezos, 114 algarrobos, así como encinas y pinos piñoneros. En el caso del Parque del Flamenco, los 800 árboles se reparten entre acebuches, pinos piñoneros, retamas y lentiscos.
El caso del parque periurbano de El Patriarca es distintos, ya que la Gerencia de Urbanismo ha actuado en una superficie que contaba con una vegetación preesxistente y en muchos casos valiosa por su antigüedad. La intervención municipal ha consistido en la creación de senderos, accesos, un mirador, así como la instalación de una señalización que, desgraciadamente, ha sido víctima del vandalismo a los pocos días de ser instalada. Además, se han plantado 1.800 árboles, entre los que destacan los acebuches, muy frecuentes en este lugar, así como encinas, algarrobos y otros.
Los árboles de El Patriarca
Aquí, en El Patriarca, es donde ha surgido la polémica. La plataforma de defensa y apoyo del parque periurbano de El Patriarca se ha hecho eco de la denuncia de una vecina que consideraba escaso el riego que se le estaba dando a los 1.800 plantones. Ella se encarga de regarlos y la plataforma organiza periódicas acciones de riego en las que piden a los vecinos que al menos acudan con una botella de dos litros.
Esta plataforma, que ha participado en el proceso de implantación de nuevas especies en este parque, quiere saber si la empresa que se ha encargado de esto va a realizar una labor de mantenimiento.
Desde la Gerencia de Urbanismo se ha explicado que la plantación de árboles en parques tiene un volumen de pérdidas que hay que contar siempre con él, ya que hay especies que se secan, que no agarran o que se las comen los animales.
Además, han informado de que la plantación de árboles de gran porte, ya crecidos, tiene el problema de que es muy difícil que agarren, por lo que se suelen plantar pequeños, que tampoco están exentos de riesgos. Además, desde este organismo municipal han señalado el riesgo que conlleva el riesgo que auspicia esta plataforma, ya que se acostumbra el árbol a no defenderse por sí mismo, dada la facilidad con la que tiene un agua que en el momento que falte va a suponer su pérdida, ya que sus raíces no tienen la profundidad necesaria para encontrarla.
En el caso del Parque de Levante se han repuesto en los últimos meses 200 árboles que se habían perdido. Las razones expuestas por la empresa encargada de su plantación eran que habían sido víctimas del estrés provocado por el trasplante.
A este asunto se refirió esta semana el alcalde, José María Bellido, quien agradeció el trabajo de la plataforma, de los voluntarios que la componen y recordó que “El Patriarca es un parque periurbano y siempre hay un tanto por ciento de árboles que se secan, y cuanto más porte tienen más riesgo hay de que no agarren”.
