El Sindicato de Enfermería, SATSE, ha denunciado que nuestro actual modelo sanitario, tremendamente medicalizado y con importantes luces pero también con muchas sombras después de más de 30 años, está agotado y requiere con urgencia medidas que corrijan su lenta pero inexorable agonía.
SATSE afirma que escuchar a algunos políticos y leer en algunos medios que faltan médicos, sin más, como si este fuese el problema de la grave situación en la que se encuentra nuestra Sanidad Pública, además de ser falso, es desviar la atención de lo esencial y de paso utilizarlo como arma política contra el adversario. “La última en sumarse a esta moda ha sido la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, afirmando que faltan médicos y facultades de Medicina, nada más lejos de la realidad. Una afirmación realizada desde el más absoluto desconocimiento de nuestra Sanidad Pública”, apunta.
SATSE recuerda, al respecto, que desde hace años todas la organizaciones que representan al colectivo Médico (OMC, Conferencia de Decanos en Medicina, Representantes de los MIR, Consejo Estatal de Estudiantes de Medicina, etc…), vienen manifestando públicamente que no hacen falta médicos ni más facultades de Medicina, sino que están mal distribuidos.
Una afirmaciones que el Sindicato de Enfermería respalda en su totalidad con independencia de que sí puedan hacer falta médicos de Familia en Atención Primaria y en alguna especialidad como Anestesia, pero “nada más”, recalca.
SATSE incide en que España ocupa el cuarto lugar en ratio de médicos por habitante y que está por encima de la media europea, la cual es la mitad que en España. Sin embargo, esta generosa situación de privilegio en Europa en cuanto al número de médicos por habitante no ha permitido reducir las listas de espera quirúrgicas, ni tampoco la de consultas externas o pruebas diagnósticas, pues todas ellas no han parado de crecer, como tampoco se ha reducido el tiempo medio de estancia hospitalaria o mejorado los tiempos de rendimiento quirúrgico en nuestros hospitales, afirma.
Por ello, apunta, “es evidente que la solución a los graves problemas de nuestra sanidad pública no se sustentan en incrementar ni el número de médicos ni el número de facultades de Medicina”.
No obstante, SATSE asevera que sí tenemos un grave y real problema de falta de enfermeras en nuestro país, situándonos a la cola de Europa en número de estos profesionales por habitante, pero esto, según los políticos que nos representan tanto en el Congreso como en los Gobiernos autonómicos no parece que les preocupe, quizás porque consideran que trabajar para resolver la negligente falta de enfermeras es una necesidad de segundo orden y no ofrece réditos políticos.
“Se olvidan, sin embargo, que es incuestionable que el motor y la columna vertebral de nuestro sistema sanitario son las enfermeras, como así lo reconocen los ciudadanos en las múltiples encuestas que se realizan, donde las enfermeras ocupan el primer lugar en valoración profesional y también lo reconocen organismos como la OMS o la OCDE”, señala.
Por todo ello, afirma, nuestro sistema sanitario exige con urgencia un cambio de modelo basado en la prevención y el cuidado de las personas para intentar un giro radical que nos lleve a prevenir un cáncer en lugar de tener que afrontarlo con el coste en salud, vidas y sufrimientos del entorno familiar que esto conlleva, teniendo en cuenta, además, el coste económico que generan estas situaciones y que muchas de ellas pueden prevenirse.
“Nuestra Sanidad Pública necesita 87.000 enfermeras para alcanzar la media europea, teniendo que considerar, además, que en los próximos 10 años se jubilan 60.000 profesionales y que nuestra sociedad tiene reservados nuevos espacios profesionales y laborales, como son la enfermera escolar, el entorno sociosanitario o el desarrollo competencial en los centros de salud, sin olvidar el necesario cambio de modelo también en los órganos de dirección y al más alto nivel, así como en las instituciones políticas y representativas de nuestra democracia”, recalca.
Por último, SATSE afirma con contundencia que “el actual modelo sanitario está agotado y que solo desde una visión integral, holística y oxigenada, como la que aportan las enfermeras de nuestro país, daremos la vuelta a la situación y modernizaremos la atención sanitaria, la gestión y la política sanitaria de nuestra sanidad pública, de todo lo cual el primer y mayor beneficiado será, sin duda, el paciente y los 47 millones de personas de nuestro país”.