
El Pleno extraordinario que se celebraba, este miércoles, en el Ayuntamiento de Córdoba sigue trayendo cola. Y es que en el mismo se aprobó la modificación de las ordenanzas fiscales para 2023, con una importante bajada de impuestos. Algo que no cayó bien a los partidos de izquierda, que acudieron -en su mayoría- al viejo mantra de favorecer a los ricos, pero que vieron como algunas de sus enmiendas (seis en el caso de las 19 presentadas por Podemos y dos de las seis que presentó el PSOE) fueron aprobadas e incluidas.
Sin embargo, para los socialistas esto no ha sido suficiente y han mostrado su «indignación» con el equipo de gobierno. Y eso pese a que el teniente de alcalde de Hacienda, Salvador Fuentes (PP), recordó a la edil de IU Alba Doblas que, cuando PSOE e Iu mandaban en Capitulares no se aprobó ninguna enmienda del PP.
Aun así, para el portavoz del PSOE, José Antonio Romero, ha afeado que «Fuentes, aseguró públicamente hace tan sólo unos días (28 de octubre) que existía un acuerdo que recogía en lo que afecta al Casco Histórico la alegación del Consejo del Movimiento Ciudadano, que reclamó introducir beneficios fiscales al máximo nivel posible y en todos los impuestos y tasas que lo admitan para el Casco Histórico”.
Motivo por el cual, para Romero “es de entender nuestra indignación cuando decidimos llevar de nuevo esta propuesta a modo de enmienda para que se incluya en las ordenanzas fiscales del año que viene y el gobierno municipal vota en contra. No pararemos de insistir en que el caso de Córdoba debe ser un casco vivo y habitable y no una zona de la ciudad totalmente abandonada por su alcalde”.