La Diputación de Córdoba acoge hasta el 20 de marzo la exposición ‘Antología’, de la pintora cordobesa María Teresa García, en la que se muestran algunos de sus trabajos, de signo surrealista y cercanos al cubismo picasiano.
La muestra se puede visitar en el Patio Principal de la institución provincial, donde se puede hacer un recorrido por la obra producida en los últimos 50 años por esta pintora cordobesa que ha adquirido con los pinceles una personalidad propia, con un lenguaje, tanto en el dibujo como en la composición o el colorido, que hace que sean perfectamente identificables.
Color, forma, arte y 50 años de oficio resumen básicamente la obra de María Teresa García López, esta mujer que nació amando los pinceles que parece como si no hubiese podido ser en la vida otra cosa que pintora. Para ella es el pincel como para el poeta la pluma o para el escultor la gubia, elemento simbiótico y casi alienante.
En el catálogo de la exposición, José Luis Rey González afirma que María Teresa García «supone todo un ejemplo de constancia y madurez para unas vanguardias que con demasiada frecuencia caen donde jamás debe caer el ser humano: en el absurdo». Por esto califica su obra como «creativa, personal, fresca, radiante, contemporánea, bellísima, impactante, joven, de figuración mágica que nace de la verdad, de una interpretación particular del mundo», que hace que en sus cuadros se encuentren «formas evanescentes en inquieta y vibrante paleta que evocan y dignifican la condición humana, el optimismo que irradia nobleza interior, que pone nuevamente las cosas en su sitio».
María Teresa García es catedrática y decana asociada de la Universidad Nova en Virginia, Estados Unidos. Suma ya una veintena de exposiciones individuales y casi un centenar de colectivas. Como reconocimiento a su trayectoria artística, ha sido premiada con numerosas distinciones, entre las que se encuentran una decena de primeros premios y otros tantos galardones en distintas provincias. Destaca la exposición realizada en Estados Unidos, en la biblioteca de West-Harford Center, en Conneticut.