La sala de exposiciones de la Fundación Cajasol (Ronda de los Tejares, reabre sus puertas el próximo jueves con la exposición ‘Obra gráfica en la colección Fundación Cajasol’, que se podrá visitar hasta el 30 de septiembre, salvo del 1 al 23 de agosto.
Esta muestra ofrece una selección de grabados propiedad de esta entidad y que abarcan una amplia horquilla tanto cronológica como de técnicas, por lo que supone un paseo por la evolución de esta modalidad artística.
El conjunto de la colección de la Fundación Cajasol consta de alrededor de siete mil piezas artísticas. Una colección que, a día de hoy, puede considerarse como una de las mejores del ámbito andaluz, y de la que se expone una selección de la obra seriada de un amplio repertorio de autores, con técnicas de estimación muy variadas e innovadoras. En realidad, la obra gráfica en su conjunto puede considerarse como una sección específica dentro de esta colección pues constituye un apartado especializado en técnicas de expresión gráfica que tiene ciertamente una entidad propia, al disponer artísticamente de un lenguaje específico. A la vez que resulta ser un complemento de expresión gráfica, tanto impresa como múltiple, respecto de la obra total de muy diferentes creadores.
La edición de estampas desde la Edad Medía tardía, durante el humanismo del Renacimiento y, algo más tarde, en el Barroco, con el gran desarrollo de la iconografía centrada en imágenes devocionales, retratos, alegorías y vistas de ciudades, constituyó una actividad que inundó Europa de obras con un lenguaje muy particular admirado por espectadores, artistas y coleccionistas, llegando a alcanzar una grandísima difusión. Este tipo de imágenes impresas constituyen parte del «fondo antiguo» de la Colección Fundación Cajasol, con obras fechadas con anterioridad a 1900.
El siguiente apartado de la selección comprende una serie de obras pertenecientes a figuras emblemáticas del arte español del siglo XX, con firmas como Joan Miró, Antoni Tàpies, Eduardo Chillida o Miquel Barceló, seguidas de figuras pertenecientes a lo que se ha dado en llamar la Generación Abstracta de los años sesenta y setenta, con perso- nalidades que desarrollan una plástica y un lenguaje renovadores vinculadas al Grupo de Cuenca y a la creación del Museo Español de Arte Abstracto; entre ellas obras debidas a Fernando Zóbel, Gerardo Rueda, José Guerrero, Rafael Canogar, Lucio Muñoz, Eusebio Sempere, Joan Hernández Pijuan, etc.
Así mismo, es destacable la presencia de otros autores cultivadores del realismo social como Francisco Cortijo o Francisco Cuadrado, ambos representantes en la sección de artistas andaluces integrados en el fenómeno llamado Estampa Popular de los años sesenta, al lado de otros artistas interesados igualmente en la crónica de hechos y relatos de índole social, como los valencianos Equipo Crónica. A ellos se añaden una notable representación de artistas sevillanos que basan su obra en un realismo de índole más intimista y plástico: Carmen Laffón, Joaquín Sáenz, o Félix de Cárdenas, un artista especializado en el grabado, acompañados del personalísimo Juan Romero.
La selección se remata con obras de artistas de lasdécadas de los setenta y ochenta como Guillermo Pérez Villalta, así como con la presencia de artistas cordobeses representados por José María Báez y Dorotea von Elbe.