Ya no hace falta ganar. Un empate en Vallecas resolvería una temporada que se torció muy pronto para el Córdoba Club de Fútbol (CCF). Es más, a los de Carrión les podría incluso bastar con una combinación de resultados para mantener la categoría perdiendo. Los deberes están, por tanto, casi hechos, aunque sólo sirvan para obtener el aprobado raspado en la repesca de junio, cuales colegiales poco aplicados. Si bien, el examen de recuperación ante el Oviedo, sin ser brillante, fue de notable alto. Lo que supone tres cuartas partes de milagro, observando el desarrollo del plantel durante estos meses.
Los de Carrión realizaron su mejor consiguieron su mejor registro anotador en lo que va de temporada. De hecho, el conjunto blanquiverde llevaba anotados, hasta los 37 segundos de su partido ante el cuadro carbayón, 34 goles en 39 partidos. Un registro que ni siquiera llega al gol por encuentro. Una estadística que ha mejorado y que llega, a día de hoy, a los 38. En el debe, los dos goles encajados que se suman a la cifra de 50 en contra y que es uno de los talones de aquiles de la escuadra del Arcángel. Basta mirar los números del tercer clasificado, el Getafe, que, con 10 tantos más a favor y 10 menos en contra, le bastarán -con toda probabilidad- para disputar la promoción de ascenso a la máxima categoría del fútbol español.
No obstante, los tres últimos resultados del Córdoba (dos victorias y un empate), le han permitido pasar de estar empatado con los equipos limítrofes del descenso a alcanzar la zona media-baja de la tabla clasificatoria. Medio milagro, al que falta un punto o una combinación de resultados favorables, para echar la chapa a una temporada irregular que debe servir para corregir los errores cometidos.