Con la campaña de abonos presentada, el Córdoba CF ha dado un paso más hacia el que será su desembarco en Segunda B. Una categoría, la de bronce, a la que los pupilos de Enrique Martín deberán adaptarse con rapidez, puesto que en el Grupo IV encontrará a rivales que verán a los blanquiverdes como el enemigo a batir, por nombre, historia y aspiraciones.
En ese camino de regreso a la categoría de plata, los blanquiverdes deberán medirse a equipos que llevan el apellido B. Estos serán los filiales de dos equipos de Primera y uno de Segunda: Sevilla, Granada y Cádiz. En el caso de este último, los canteranos del equipo amarillo acaban de hacer historia ascendiendo desde Tercera División, categoría en la que seguirá el conjunto dependiente del CCF. Una escuadra que volverá a Carranza, aunque esta vez no será para medirse al primer plantel cadista.
Por su parte, el Sevilla Atlético es un viejo conocido del Córdoba. Frente a los hispalenses se han medido tanto en la actual categoría como en la de plata y siempre ha dejado encuentros apasionantes. Caso distinto es el del filial del Granada, cuyos choques han sido contra el Córdoba B y, ahora, tocará al primer equipo blanquiverde doblegar a la escuadra B del cuadro nazarí.