El segundo partido de la temporada en el Arcángel podría definirse como un partido descafeinado donde el Real Murcia dominaba el partido en lo que a posesión de balón se refiere, tal ha sido así que en el minuto 21 llegaba el primer gol del equipo visitante que fue anulado. En este sentido Enrique Martín ha dicho en la rueda de prensa posterior al encuentro que en el minuto 25 «lo que estaba viendo no me producía satisfacción».
Sin embargo en el minuto 30, como ya sucediese en el primer partido, un penalti a favor del Córdoba que lanzaba Ortuño daba el gol de la victoria a un Córdoba que aguantó lo mejor que pudo hasta el descanso del encuentro, momento en el que Martín decidía recomponer la estructura del equipo para ver una segunda parte con más ocasiones de gol favorables para el Córdoba, en su mayoría provocadas por Owusu quien ha regalado sobre todo en la segunda parte carreras e idas de los jugadores murcianos que le han valido los vítores de los aficionados cordobesistas.
En la segunda parte se ha podido ver a un Murcia algo más parado, con menos posesión y generando menos ocasiones de gol hasta que anunciaban los 5 minutos añadidos al final del encuentro donde las carreras y la intensidad volvían a precipitarse.
Durante el partido el calor no ha sido tan sofocante, algo más fuerte en la primera parte pero que una vez el sol ha dejado de dar en el campo era más soportable que en encuentros anteriores, sin embargo esto no ha sido razón suficiente para que en algunos momentos determinados el encuentro diese una imagen de ser un partido de fútbol sala con jugadores que acudían y se situaban en corro junto al banquillo, bebían agua y escuchaban instrucciones de sus respectivos entrenadores.