“Si la culpa fuera de la hostelería, los hospitales estarían llenos de camareros”


Los hosteleros se manifiestan en contra de unas medidas que pueden desembocar en una crisis sin precedentes en el sector

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Manifestación de los hosteleros cordobeses./Foto: Irene Lucena
Manifestación de los hosteleros cordobeses./Foto: Irene Lucena

“Se nos ningunea y se nos criminaliza”. Así de contundente se mostraba el chef Alberto Chicote en el programa de ‘El Hormiguero’ de este jueves. Hablaba sobre la situación de la hostelería en España y sobre cómo están siendo uno de los sectores -si no el que más- perjudicados por las medidas restrictivas para contener la propagación del coronavirus.

“Es la puntilla para el sector”, aseguraba el pasado domingo (cuando el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, anunciaba el cierre adelantado a las seis de la tarde) la portavoz de Vox en el Ayuntamiento de Córdoba, Paula Badanelli. 

Seguramente “caigan” el 50% de los negocios, vaticinaba el presidente de Córdoba Apetece, Alberto Rosales, hace unas semanas cuando se anunciaban las medidas restrictivas para Córdoba capital, que entonces se ceñían al cierre obligatorio a las 22:00 horas.

Todos coinciden, la hostelería -la gran apuesta de un país y, en el caso de una ciudad como Córdoba, por el sector servicios- está en la UCI. La afirmación no es baladí. Solo hay que darse un paseo por la Judería cualquier día de la semana, pasado el mediodía. El paisaje desértico es desalentador y podría tener muchos más calificativos.

Y, entre tanto, las ayudas se antojan escasas para los hosteleros, los camareros en ERTE tardan en cobrar, como cualquier hijo de vecino, a causa de la dudosa gestión del Gobierno socialcomunista de España. Los aforos reducidos no dan para pagar a luz, el agua, el gas, el alquiler del local, los sueldos ajenos, el propio, a los proveedores, los impuestos y un largo etcétera que conoce a la perfección quien comienza a luchar cada mañana a la hora del desayuno y, al menos, tras la mascarilla, no se leve el gesto amargo de quien está al límite de lo soportable.

Y, con ese panorama, los hosteleros cordobeses se han echado este jueves a la calle. “Si la culpa fuera de la hostelería, los hospitales estarían llenos de camareros”. Esa era una de las consignas y puede que, en apenas unos meses, los hospitales no estén llenos de camareros, pero en las puertas de los bares estos tampoco estén y, en su lugar, un cartel de “se traspasa”.