Tanto al PSOE como a sus socios comunistas les gusta dictar lo que los ciudadanos deben o no consumir, entre otros sistemas de control de la población. Ejemplos de ello se han dado en estos últimos años con la subida de impuestos a las bebidas azucaradas o con el sistema de clasificación de los alimentos, con especial ataque a la carne y, en consecuencia, a la ganadería. Esto sin olvidar la regulación de la temperatura de aires acondicionados y calefacciones.

En esa tesitura, el PSOE en la provincia de Córdoba se ha venido arriba, en especial, a través de la figura de su portavoz en la Diputación y a la sazón presidente de Emproacsa y alcalde de Puente Genil, Esteban Morales, que ha anunciado que va a “penalizar” a los grandes consumidores de agua, que si bien es un bien escaso, también lo es vital para el género humano.

En ese sentido, el decreto de la institución provincial -que entrará en vigor a partir de mañana-, según el portavoz del PSOE busca dotar una “mayor eficiencia y ahorro del agua, porque estamos en sequía y por tanto es de obligado cumplimiento”. 

Las medidas del PSOE

Ante ello, Morales ha explicado que “traslademos medidas de concienciación ciudadana, de eficiencia en las redes, solicitud de que en aquellas cuestiones que no se necesite el agua potable se utilice agua de otro origen”. 

De ese modo, para el también presidente de Emproacsa (empresa que distribuye buena parte del agua en la provincia y cuyas tasas han ido en aumento durante los últimos años) “la concienciación ciudadana es fundamental para que hagamos un uso responsable del agua”. 

Una retórica que, finalmente, ha llevado a Morales a reconocer que serán  “medidas disuasorias como la penalización por altos consumos, aquí no se trata de que si yo tengo dinero suficiente para pagar, me voy a poder gastar toda el agua que quiera”. A la par que ha insistido en que “eso va a tener un especial control”. 

Acto seguido, el alcalde de Puente Genil (que ha tenido reiterados conflictos con Aqualia, la empresa que gestiona el agua en la localidad en la que gobierna), se ha apresurado a decir que “ni pretendemos recaudar más ni pretendemos castigar a la población. Es, fundamentalmente, buscar el ahorro del agua”.

Castigo a los altos consumos y palo a los que lo hacen con moderación

Sobre la propuesta del Partido Popular que incide en premiar a aquellos ciudadanos que consuman menos agua, Morales lo ha descartado y ha ironizado con que, “exactamente, no sé cómo se puede arbitrar que una empresa que gestiona el consumo, que vende agua, que hace el tratamiento en depuración y hace el saneamiento tenga que premiar a sus propios clientes por hacer lo que les compete”.