El Carnaval piropea a su Córdoba sultana


La comparsa '¿A que te enamoro? gana el concurso con un repertorio inspirado en la capital califal y 'Este año jugamos en casa', con un tipo de futbolero, en chirigotas

«Mi amor tiene un nombre, Córdoba la llana, por la que pierdo el sentío, te entrego mi amor, mi sultana». Esta declaración de amor a ritmo de tres ha triunfado en el palmarés de comparsas del Concurso Oficial de Agrupaciones de Carnaval, una vuelta a la esencia de la modalidad que creara el siglo pasado el gaditano Paco Alba precisamente para eso, para piropear a su ciudad por carnavales. ¿A que te enamoro?, de Javier González Javi Lonene, y Pepín Carrillo se ha alzado con el primer premio de comparsas.

Este año jugamos en casa. Carnaval
Este año jugamos en casa. /Foto: LVC

En chirigotas, el primer premio ha sido para Este año jugamos en casa, con letra de Daniel Moriana, dirección de Marco Antonio García y música de José Manuel Mariscal y José Antonio Barrera, que ha ganado con un futbolero peculiar: de sillón, cervecita y babuchas. El cuarteto de Manuel Serrano Manolete el de Santa Cruz, Dos reales y pico y el coro de Espiel han sido los otros triunfadores de la XXXVI edición del certamen de Carnaval de la ciudad, antesala a la verdadera fiesta de febrero que comienza esta noche y durará hasta el próximo fin de semana.
El Gran Teatro, durante la final del concurso. carnaval
El Gran Teatro, durante la final del concurso. /Foto: LVC

Anoche, el Gran Teatro vivió ocho intensas horas de coplas con repertorios críticos, pero donde no faltaron pasodobles de pellizco con historias conmovedoras y letras cantadas con rabia en alegatos a la libertad, al cambio, contra el inmovilismo social. Todo ello aderezado con el arte de los dos cuartetos y la gracia de las chirigotas. Y como postre, una explosión de colorido y música con Coro de la alegría. También se homenajeó a un incondicional componente de agrupaciones de Carnaval; de Pérez de Austria y José Manuel Ibáñez, entre otros y a Eduardo Molero Chache con el Antifaz de Oro.
Sandokán, en las coplas de Carnaval
La noche comenzó con el que resultó el primer premio de cuartetos, Dos reales y pico, que se encontró con un patio de butacas a medio gas, por esa manía tan arraigada en el concurso de sentarse a escuchar «cuando canta mi grupo». Sin embargo, el cuarteto derrochó su ingenio en una parodia donde representaron a una reina Isabel de Castilla, que parecía haber tenido un affaire con el mismísimo Cristóbal Colón; un rey Fernando de Aragón, que el pobre no se enteraba de mucho; un bufón que no sabía hacer a lo que el consejero responde «pues en el Ayuntamiento te podemos colocar». Fue uno de los pocos grupos que ha dedicado alguna referencia a temas localistas; «el amigo Sandokán debe millones pero de meterle mano, ninguno ha tenido…»
Dos reales y pico. Carnaval
Dos reales y pico. /Foto: LVC

Después fue el turno de la comparsa de Aguilar de la Frontera Mi mundo (quinto premio), últimos supervivientes de una humanidad decadente, que profesaron su amor por el carnaval, por el concurso, por el Gran Teatro en forma de pasodoble. Tras ellos, llegaron Qué bien bailan las hijas de Putin, que han logrado un segundo premio, a pesar de que en algunas quinielas habrían sido ganadoras. La conocida como La chirigota de las Niñas de Carmen García Koski se metió al público desde el primer momento en el bolsillo. La presentación eran continuos golpes al tipo, una bailarinas rusas que se habían venido a Córdoba, aunque parece que por poco tiempo. Después de un pasodoble para enmarcar sobre la defensa de la lactancia materna en cualquier lugar, emocionaron con un adiós: «Te juro que yo lo he intentado y creo que no ha sido en vano, he hecho lo que podido», «pensé que podía con todo, casa, niño, carnaval, mi pareja, mi familia, y además mucha caña en el trabajo». Pero estas niñas chirigoteras, que ya se han convertido en mamás, no dan abasto. Cantan de maravilla, afinadas desde el primer acorde. Una chirigota impecable que se va a echar mucho de menos.
Bajo tierra, comparsa de Aguilar de la Frontera, segundo premio en su modalidad, cantaron dos pasodobles con temáticas sociales que no dejaron indiferente al respetable; el «arma destructiva y vino amargo de salvación», la quimioterapia y la pobreza infantil a través de la comparación de las vidas de una niña de Occidente que juega con muñecas y otra de India que lejos de juegos de roles, «tiene un muñeco pero de verdad». Después llegó Manolo para los amigos, de Cañete de las Torres, tercer premio de chirigotas representando a una coplera de noche y Manolo de día.
Córdoba, «la ciudad más bonita del mundo»
Antes del descanso fue el turno para la comparsa ganadora, ¿A que te enamoro?, una oda a Córdoba de principio a fin, con cuartetas dedicadas al amor, concepto que abordaron en todas sus posibilidades con letra de pura poesía y unos pasodobles valientes; «No le des importancia a ningún malnacido que te llame marica ni te haga el vacío». También criticaron la gestión municipal: «izquierda o derecha, más de lo mismo, nada ha cambiado». El autor, Javi Lonene confesó después del fallo que «este año para el repertorio me he inspirado en Córdoba porque se merece que le canten, es la ciudad más bonita del mundo».
¿A que te enamoro? Carnaval
¿A que te enamoro? /Foto: LVC

El cuarteto Pesadilla en España (segundo premio) volvió con un Chicote que remató la faena de las parodias de pases anteriores; «Si no puedes con el enemigo, únete a él», dijo y se volvió tan desastre como el cocinero y el dueño del restaurante.
Después le tocó el turno a la comparsa de Miguel Amate con la que colaboran los hermanos Aranda, ahora con Los equilibristas, de Ángel Subiela. Como todas sus agrupaciones, La comparsa del loco deslumbró por el desarrollo de una idea demasiado cuerda, la de quienes persiguen una estrella. Cantaron con fuerza, con unas octavillas sobrecogedoras, que «el futuro de mi tierra, si no lo hacen los cordobeses no lo hace nadie» porque «sufre el abandono de políticos cobardes que se deben a un partido». El segundo pasodoble fue simplemente, maravilloso: con las luces del teatro encendidas le cantan a las mujeres que «estén sentadas junto a quien las maltrata», un mensaje de aliento, de acabar con el sufrimiento; «busca alguien que te ayude, eres capaz por ti misma, denuncia antes de que sea tarde». «Prefiero estar loco a vivir solo un momento el más simple pensamiento», cantaron.
De la poesía de Amate, el Gran Teatro pasó a los gasolineros de Le damos el biberón al panda y al león de Los Mayas (cuarto premio de chirigotas), unos empleados de una estación de servicio bastante peculiar que recurrieron a un cuplé de rabiosa actualidad, con referencias a la sentencia impuesta a Iñaki Urdangarí, sin olvidar en su popurrí a un cliente muy especial, Mariano Rajoy, y alguno que otro miembro del PP. Después, fue el turno de la comparsa de Pablo Castilla, La cuerda (tercer premio), unos bufones esclavos del sistema que clamaban «libertad» y cantaron con fuerza un pasodoble en el que pedían hallar los cuerpos de los fallecidos durante la Guerra Civil y la dictadura.
Tras ellos, llegó llegó al concurso del Carnaval la que ha resultado el primer premio de chirigotas, Este año jugamos en casa de Fleki, Fae y Marco, un tridente de autores que han logrado representar sin lugar a dudas a un arquetipo cuyo parecido con la realidad no es pura coincidencia. Un señor con una barriga cervecera curiosa, su camiseta de El Naranjito del 83 y las zapatillas de estar en casa apoltronado en el sofá viendo el fútbol y quejándose de la parienta desde la presentación hasta el popurrí. Estos futboleros de sofá y pipas se pusieron serios y cantaron un pasodoble a los payasos del Teatro Avanti que van al hospital a cambiar medicamentos por sonrisas. Su repertorio fue el más localista, carnavalmente hablando; Rafael Aranda Taleguilla, el concurso y la participación en un concurso televisivo de un componente de la comparsa de Rafael Cámaras, Álvaro Castillo fueron sus protagonistas.
El coro de la alegría. carnaval
El coro de la alegría. /Foto: LVC

Y como broche de oro El coro de la alegría de Espiel, un auténtico derroche de colorido con ritmo de sones africanos que interpretaron un tango dedicado a los niños saharauis que vienen a España a pasar el verano, una realidad que vive cada verano este solidario pueblo del Valle del Guadiato. A pesar de que eran las cinco de la mañana, la tribu puso en pie al teatro.
Así se acaban tres intensas semanas de coplas que darán paso al verdadero carnaval. ¡La calle espera! Aprovechen para ponerse dos coloretes que el miércoles Doña Cuaresma ganará la batalla y vendrá el recogimiento que dará paso a la Semana de Pasión.