Cuando los operarios de Ximénez retiraban esta mañana el alumbrado navideño de Cruz Conde, se ponía el epílogo a un alumbrado navideño, que no ha estado exento de críticas. De hecho, todo empezó con la demora en el encendido, programado para el 5 de diciembre. Una fecha en que, tras las primeras diatribas, se produjo la sorpresa de asistir al cambio de decoración en la calle Capitulares.
Cabe recordar que el 28 de noviembre se instalaban tres arcos que intentaban ser tres estrellas de oriente que al momento despertaron el rechazo en las redes sociales con un aluvión de críticas a que ése fuera el alumbrado en la calle del Ayuntamiento. Los protestas surtieron efecto , una semana más tarde, los operarios de Ximénez bajaban las estrellas de oriente y colocaban unos arcos, cargados de brillos y plásticos, muy similares a los de la calle Claudio Marcelo o Cruz Conde. Los mismos tampoco habían sido del agrado de muchos cordobeses, que lo catalogaron como “más propio del carnaval que de la Navidad”.

Tampoco en los barrios triunfaba el alumbrado. Por ejemplo, algunos de los asistentes al acto de inauguración de la iluminación en el barrio de Valdeolleros se quejaba de que los arcos luminosos no cubrían la totalidad de la avenida de los Almogávares. A ello había que sumar que ni siquiera estaban presentes en otras calles comerciales de la zona. “En Santa Rosa sólo han puesto uno”, señalaba enfadada una señora que, en cambio, afirmaba que este año era mejor que el del pasado. “A ver qué nos ponen el año que viene”, reflexionaba.

Finalmente y para colmo de males, en la noche del 10 al 11 de diciembre las luces y elementos decorativos, que poblaban las calles del centro de Córdoba, se veían afectados por las inclemencias meteorológicas. En concreto, la calle Gondomar era uno de los enclaves más afectados por las fuertes rachas de viento y, el alumbrado que había allí dispuesto sufría estos avatares.
Así, los efectivos del Parque Municipal de Bomberos han tenido que desplazarse hasta la céntrica vía cordobesa, para dotar de sujeción al alumbrado. Éste amenazaba con no resistir las rachas de viento y, como puede apreciarse en una de las reproducciones, de haberse producido una caída podría haber afectado a los escasos transeúntes que pasaban a esa hora de la noche.