El pasado viernes, el diestro Manuel Benítez El Cordobés cumplía la edad de 82 años. El último torero en ser nombrado Califa del Toreo (el quinto para más señas), también es el que ha vivido más años. Una trayectoria vital que le encumbró en los años 60 del pasado siglo como un innovador, dentro de la Tauromaquia. De hecho, no son pocos los críticos que entienden que, con Benítez, se realizó la última innovación dentro del Toreo moderno, cerrando los muletazos en redondo.
El cumpleaños de El Cordobés (4-5-1936), pese a su todavía enorme popularidad, ha sido como gusta al diestro, privado e íntimo. Un alejamiento del ruido mediático que -pese a ser la tónica general de Benítez durante toda su vida- se ha acentuado desde que convive con su nueva pareja. De hecho, las noticias que ha generado en los últimos tiempos han estado relacionadas con el reconocimiento de su hijo, Manuel Díaz; y con su supuesta inclusión en los Papeles del Paraíso.
Siempre en el candelero
Respecto a la primera de las cuestiones, cabe recordar la sonada aparición de Díaz, junto a su hermano Julio Benítez, en el programa televisivo de Bertín Osborne. El Palacio Portocarrero de Palma del Río ha sido el escenario del que era uno de los bombazos televisivos de 2018. Y es que el presentador jerezano reunía a dos de los hijos de Benítez El Cordobés, en su programa en Mediaset, Mi casa es la tuya. Benítez y Díaz compartían algunas de sus experiencias y desvelaban cómo iniciaron su relación, tras ser declarado Díaz como hijo del Quinto Califa.
“Nunca nos habíamos cruzado y era curioso”, señalaba Benítez. Quien no dudaba en explicar, sobre el tiempo que ha pasado, que “son temas delicados”. Sobre el primer encuentro y el parecido de Díaz a su padre destacaba que “lo que me sorprendió fueron las manos y los andares”, que son como los de su padre. Y añadía que “estoy encantado”, de haberlo conocido.