La subdelegada del Gobierno en Córdoba, Rafaela Valenzuela (PSOE), presidía esta semana la Junta Local de Seguridad de Lucena. Durante la misma, Valenzuela destacaba que, en el caso de la ciudad de la Subbética “se ha producido una distorsión en las estadísticas”, en cuanto al aumento del índice de criminalidad se refiere.

Lo más llamativo fueron los motivos que adujo la subdelegada, ya que justificó el incremento en base a que“se ha detectado que una o dos personas, relacionadas con la drogadicción, han sido las causantes de bastantes delitos, de pequeña índole”, por lo que “no se puede hablar de que en Lucena operen bandas organizadas con las que el peligro aumentaría exponencialmente”.

Una afirmación que, cuanto menos, resulta sorprendente si se tiene presente que se refería a una localidad con más de 40.000 habitantes y en la que, por tanto, dos personas con problemas de drogadicción -por sí solas- habrían provocado un aumento 24,22% de la criminalidad en los nueve primeros meses del año, con respecto al mismo periodo del año 2020.

Ese dato es del propio Ministerio del Interior y señala que se ha producido una importante subida en el capítulo de robos con fuerza en domicilios, establecimientos y otras instalaciones hasta situarse en 59 frente a los 51 del 2020. A lo que hay que sumar ocho delitos de índole sexual, lo que es un 14,3% más respecto a 2020. Los hurtos han crecido 19,4% en Lucena y los robos en vehículos un 14,3%, por el 12,5% de los delitos relacionados con el tráfico de drogas. A lo que hay que sumar que, según las cifras del propio Ministerio del Interior, el resto de infracciones han subido un 27,1%.