La Policía Local de Castro del Río ha informado de dos sucesos ocurridos en los últimos días en la localidad. De modo que, por parte de la misma, se ha explicado que sus agentes procedieron el pasado día 12 de mayo, a la intervención de una carga de 320 kilos de naranjas, que se iba vendiendo por las calles del municipio.
La Policía Local ha detallado que las naranjas iban a granel en el maletero del vehículo, estando una gran parte de ellas en mal estado. Las personas que iban ejerciendo la venta ambulante de esta fruta resultaron ser las mismas a los que el pasado mes de abril se les intervino 267 kilos del mismo producto y les constaban antecedentes penales por robos de naranjas en explotaciones agrarias.
Un cerdo agonizando
Por otro lado, por parte de la Jefatura de Policía de Castro del Río, se ha imputado un delito por supuesto robo y un delito de maltrato animal a cuatro personas que fueron identificadas el pasado día 18 de mayo, las cuales portaban en el maletero del vehículo en el que circulaban, un cerdo que se encontraba agonizando, presentando dicho animal unas heridas en la cabeza por la que sangraba abundantemente.
Las lesiones que el animal presentaba fueron realizadas con una machota de gran tamaño, que dichas personas portaban en el maletero del vehículo. A su vez, la Policía sospecha que dicho animal ha podido ser robado de alguna parcela o nave de otras localidades, puesto que le habían arrancado de la oreja el crotal, así como que no se ha presentado en esta localidad ninguna denuncia por la sustracción de un cerdo.
Asimismo, se ha explicado que todo partió del aviso de un vecino, que vio al vehículo identificado circular a gran velocidad por el Camino de Montilla, pudiendo aportar tan solo la marca, modelo y color del vehículo, iniciándose una intensa búsqueda de referido vehículo por toda la localidad y extrarradios, dado que un vehículo similar era conocido por la Policía Local, hasta que se logró detectar al mismo y darle el alto en Avenida de Granada.
Los hechos se están investigando por parte de Guardia Civil, con el objeto de saber la localidad o lugar concreto en el que dicho animal pudo ser sustraído.
