El Gobierno ha anunciado esta semana la licitación de la obra de emergencia, para el trasvase de agua de La Colada al Embalse de Sierra Boyera. Se trata de una obra crucial para el abastecimiento de la zona norte de Córdoba y para la que habrá que esperar, como mínimo, cuatro meses.
Ese último dato no es baladí, ya que Emproacsa estimó, hace tan solo mes y medio, que las obras estarían listas en octubre y, con este nuevo plazo, se van hasta diciembre. Aquel pronóstico se enmarcó en el cruce de declaraciones y acusaciones que, desde los organismos gobernados por el PSOE (Diputación, Emproacsa y Subdelegación), se han dirigido a la Junta, donde manda el PP.
Pero la realidad ha sido tozuda y la competencia para el trasvase era estatal y ese desastre del agua en el norte de Córdoba se debe, en buena medida, a los responsables socialistas que no han sabido gestionar un problema, que empieza a tener tintes dramáticos y, como no llueva en otoño, el asunto empeorará.
Así, entre los nombres propios de esta crisis hay tres que destacan especialmente.
Esteban Morales
Al presidente de la empresa provincial de aguas, Emproacsa, se le acumulan los problemas. El del trasvase es el más serio, pero al también alcalde de Puente Genil no le da la empresa que dirige para que el agua llegue correctamente a la localidad de la Campiña Sur. Su única victoria en estos meses ha estado en los tribunales, donde ganó el recurso a Aqualia, que gestiona el agua en su municipio, eso sí, mientras expira el contrato esta última entidad no puede llevar a cabo su labor como debiera, por los problemas de Emproacsa (que será la próxima gestora del agua en la ciudad pontana) para el abastecimiento desde el pantano de Iznájar.
Rafaela Valenzuela
La subdelegada del Gobierno en Córdoba no informó (según los responsables de la Junta) de un informe de la Abogacía del Estado sobre la competencia de las obras del trasvase entre La Colada y Sierra Boyera. Según los responsables autonómicos, el documento habría estado guardado en un cajón y, cuando salió a la luz, se supo que la competencia no era de la Junta. Un tacticismo que se habría producido en plena situación de sequía.
Antonio Ruiz
El presidente de la Diputación está en retirada de una institución provincial que ha dejado a Emproacsa a su suerte, aunque sea una empresa de su titularidad. La gestión no ha sido el fuerte de esta última y los focos se ha dejado que la alumbren y así no mirar hacia la Diputación.
