La presencia de San Rafael en la Catedral de Córdoba


Pinturas y esculturas componen el valioso elenco patrimonial, que se conserva en el templo mayor de la Diócesis, con obras de Antonio del Castillo o Duque Cornejo, entre otros grandes artistas

La presencia de San Rafael en la Catedral de Córdoba es bastante prolífica. Pinturas y esculturas componen el valioso elenco patrimonial, que se conserva en el templo mayor de la Diócesis, con obras de Antonio del Castillo o Duque Cornejo, entre otros grandes artistas. A continuación, se realiza un breve recorrido por algunas de las obras más interesantes que son fiel reflejo de la devoción de Córdoba por su Custodio.

Escultura de San Rrafael de Pedro de Paz y Bernabé Gómez del Río./Foto: Cabildo Catedral de Córdoba presencia
Escultura de San Rrafael de Pedro de Paz y Bernabé Gómez del Río./Foto: Cabildo Catedral de Córdoba

El recorrido comienza por la pintura que representa la aparición de San Rafael al padre Roelas. La pieza se encuentra en la capilla de San Agustín y Santa Eulalia de Mérida y su autoría se debe a Antonio Alvarez Torrado. Éste vivió entre 1734 y 1806. Sobre su formación los datos son escasos, si bien están constatadas reproducciones de Carreño, Murillo, Zurbarán, Castillo, Rizzi, El Greco y Peter de Vos. Trabajó como copista y restaurador en la Catedral y, además, dejó esta importante pieza nacida de su creatividad, además de otra obra pictórica dedicada al Arcángen en el banco del retablo del altar de San Isidoro, San Leandro y San Ignacio.
Con la misma línea temática de la aparición al padre Roelas, Antonio Palomino realiza un lienzo, cuya presencia se halla en la capilla de Santa Teresa.Nacido en Bujalance en 1655, su producción llegó hasta la basílica de los Desamparados de Valencia o la capilla del Sagrario de la Cartuja de Granada. Fue discípulo, entre otros de Valdés Leal y en esta obra se muestra su claro estilo barroco. Mientras, el banco del retablo de la capilla de San Miguel atesora una reproducción, anónima del Arcángel. La representación pictórica también se halla en la Puerta del Perdón, donde también hay un fresco del Custodio, relacionado con el gran artista cordobés, Antonio del Castillo.
La escultura también posee una presencia primordial, ya no por la cantidad, sino por la calidad de los autores de las mismas. De tal manera que el Tesoro de la Catedral guarda una excepcional pieza del ilustre orfebre cordobés, Damián de Castro. Mientras que el autor del coro catedralicio, Pedro Duque Cornejo, también realiza una espectacular talla del Arcángel rematando el trono episcopal. No obstante, San Rafael puede divisarse desde la distancia, puesto que la torre del campanario culmina con una estatua en piedra del Custodio, de Pedro de Paz y Bernabé Gómez del Río, que ha llegado a identificarse como una obra de Gabriel de Oña. Sea como fuere, San Rafael protege, desde las alturas catedralicias, a la ciudad que se le encomienda cada 24 de octubre.