La retirada de la lona, en la mañana de este martes, que cubría el de nuevo arco de acceso al interior de las naves de la Mezquita-Catedral supone la culminación de un proceso, que se ha prolongado dos años. No obstante, antes de esta etapa crucial, algunos de los responsables de las hermandades vieron en la apertura de la celosía de la nave 17, una solución adecuada para facilitar el traslado de la carrera oficial al primer templo diocesano.
No cabe duda de que el discurrir de los diferentes cortejos por el interior de las naves catedralicias se verá optimizado por la apertura de la celosía de Rafael de La-Hoz. Sin embargo, otro de los grandes beneficios que este hecho traerá consigo radica en la mejora sustantiva, en cuanto a cuestiones de seguridad se refiere. La apertura de la segunda puerta no beneficia solamente el tránsito de las hermandades, sino que va a favorecer, además, las medidas encaminadas a una posible evacuación del templo. De esta forma, el vano permitirá también una mayor capacidad de fieles en el interior de la Catedral. En consecuencia, ese trata de una medida más para mejorar la seguridad del templo. Asimismo, en torno al traslado de la carrera oficial, la Agrupación de Cofradías también ha insistido en relación a la seguridad en las reuniones mantenidas con los diferentes agentes implicados en la misma.
El Plan de Tráfico y Seguridad, previsto por el Ayuntamiento para la nueva carrera oficial, establece nueve puntos de acceso a la misma. Así, el acceso al recorrido común “será restringido para el público que cuente con localidades en los palcos o sillas”, instalados en el mismo. No obstante, se dictamina que se permitirá el paso por estos puntos “a los residentes de la zona restringida”, así como “a los trabajadores, huéspedes y clientes de hoteles u otros establecimientos allí ubicados”, sin olvidar otro tipo de “casos plenamente justificados”.