María Santísima de Araceli ya se encuentra en la iglesia lucentina de San Mateo, donde durante las dos próximas semanas recibirá el cariño de su multitud de devotos. Numerosos serán los actos cultuales y las ofrendas que recibirá la patrona del Campo Andaluz, cuyo primer gran homenaje lo recibía este domingo, cuando el gentío se agolpaba en la Sierra de Aras para acompañar, en su romería de bajada, a la Virgen. Todo en un ambiente marcado por la emoción y la alegría. La misma que dejaba el sonido de los cohetes que, tras el rosario de los romeros, anunciaban la peregrinación.
Las salvas de los fuegos artificiales anunciaban un nuevo ciclo aracelitano. Ataviada de pastora, la patrona de Lucena comenzaba un trayecto que se prolongó durante cuatro horas. La llegada a la localidad de la Subbética vino precedida de un descenso multitudinario por la Sierra. Gentío que no fue menos cuando la Virgen de Araceli inició su trayecto por las calles del municipio. Así, bajo su templete se adentró por la Carretera del Santuario, y seguir su itinerario por Párroco Joaquín Jiménez Muriel. En Maquedano, Coso, Juan Valera y Las Torres se agolpaban los devotos. Desde ese enclave se dirigió hacia la Plaza Nueva y así llegar a San Mateo. En ese instante tendrá lugar la bienvenida y se entonó la salve y el himno de la bajada a la patrona.
El trayecto por las calles de Lucena había desatado la emoción. Una lluvia de pétalos acompañó a la Virgen en su caminar. Los vivas y los vítores permanecieron en el ambiente, como ecos de la primera de las grandes jornadas que aguardan. Mientras, la patrona del Campo andaluz ya presidía San Mateo. Una presencia que se hará notoria en los numerosos cultos de los próximos días. Y que culminarán el 7 de mayo, cuando se celebre el día de la Virgen de Araceli.