Unas reliquias de los Santos Mártires estarán en la Asunción de Castro


La donación de la caja-relicario está destinada al "sepulcrum" del nuevo altar mayor de la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción

Urna de los Santos Mártires que se conserva en San Pedro./Foto: Hermandad de la Misericordia

El pasado 14 de junio se producía un hecho de singular importancia en la Catedral de Córdoba. Y es que, en presencia del deán-presidente del Cabildo Catedralicio, Manuel Pérez Moya, así como del canónigo Arcipreste del templo mayor, Manuel María Hinojosa Petit; se procedía a la donación de una caja-relicario de los Santos Mártires de Córdoba. Éstas pertenecen a las que, previamente, habían sido depositadas en un relicario, conservado en el tesoro del primer templo de la diócesis. Hecho que tuvo lugar cuando se realizó la apertura de la sagrada Urna, que se custodia en la basílica pontificia de San Pedro Apóstol de Córdoba, para el tratamiento científico de las mismas.
La caja-relicario ha sido destinada, a petición del párroco de Nuestra Señora de la Asunción, Ignacio Sierra Quirós, para el sepulcrum del nuevo altar mayor del antiguo templo arcedianal. El mismo será consagrado en la jornada de este domingo 18 de junio por el obispo de Córdoba, Demetrio Fernández.
Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción de Castro del Río./Foto: LVC

Cabe recordar que la iglesia de la Asunción está situada en la parte más elevada de la población, en las inmediaciones del Castillo. Su fundación se remonta hacia el siglo XIII (1.240 aproximadamente). Entre las singularidades que plantea, según algunos autores, el templo está emplazado en el mismo lugar donde hubo una mezquita. De ésta se conserva el alminar, usado hoy como campanillo. En el interior, la iglesia ha mantenido su organización mudéjar. Es una planta de tres naves, con cabecera triple y con capillas abiertas al lado izquierdo. Las naves se separan entre sí con arcos de medio punto apuntados que apoyan sobre pilares. Las cubiertas con bóveda de arista tapan la antigua armadura mudéjar. En el exterior presenta una portada de piedra datada hacia 1.538. Sobre ella se eleva la torre campanario, reformada en el primer tercio del siglo XVII. Posee una gran variedad de escultura, pintura y orfebrería. Entre ellas destaca una imagen del Crucificado de 1700, la sillería del coro de 1717, una pequeña tabla de la Virgen del Rosario datada alrededor de 1600, así como diferentes óleos sobre lienzos de gran cañidad.