El 21 de agosto de 1993 la imagen de Nuestro Padre Jesús del Calvario recorrió las calles de Montalbán por última vez. Si bien, se trataba de la primera ocasión en que lo hacía de forma ordinaria. Y es que a lo largo de los siglos (ya en el XVI se le atribuían milagros), el Señor sólo salía en procesiones de rogativas y no en Semana Santa. Un hecho que propició que generaciones completas no asistieran a ninguna salida de la singular y venerada talla.
En agosto del próximo año, Jesús de los Jesuses (así es conocido popularmente) volverá a salir en procesión. Un hecho que se debe a la decisión que hace más de un cuarto de siglo adoptara la junta de la hermandad del Calvario de Montalbán que presidía Luis del Pino. Entre tanto, cada 6 de agosto son miles los peregrinos que acuden a rendir homenaje a Jesús. Ello obedece a una tradición centenaria, por medio de la que los campesinos de los municipios limítrofes acudían ante el Señor para presentarle los frutos de sus cultivos en modo de ofrendas de acción de gracias en esta fecha. Conocidos como los Hermanos del Campo, en esta festividad de la Transfiguración de 2017 no han faltado los centenares de devotos que han acudido a sus plantas. Fernán Núñez, Montemayor, Montilla, La Rambla, Puente Genil, Córdoba y, de forma muy especial, La Carlota y sus aldeas han peregrinado para realizar su ofrenda al Señor del Calvario.
Mientras en la jornada de hoy se celebra la función por los Hermanos del Campo, este lunes 7 se llevará a cabo la que ofrece el Ayuntamiento, la cual se remonta al año de 1854. A partir del 9 de agosto comienza la novena en su honor. Una vez concluida, la imagen baja al día siguiente de su camarín al altar mayor para poner el broche a los actos con un multitudinario besapié.
¿Por qué Jesús de los Jesuses?
Como indicaba Ángel Luis López Gutiérrez, fruto de esta antigua y extendida devoción es que esta peculiar Imagen sea conocida como el Señor de la Campiña o el Jesús de los Jesuses. De ella tomó su nombre el franciscano montalbeño Fray Sebastián de Jesús, que ejerció su labor principal en el Convento de la Vera+Cruz de Sevilla y fue confesor de Carlos III. A instancias del monarca, se comenzó el proceso para su beatificación, proceso que quedó en suspenso tras la invasión napoleónica de Roma. Sus restos descansan en el antecoro de la Catedral de Sevilla. Otro ejemplo de esta extendida devoción es como el escritor cordobés Antonio Gala conoce a este pueblo: Montalbán, el pueblo del Señor.
Una imagen llena de peculiaridades
Nazareno de tamaño natural, talla completa y brazos articulados, su gran particularidad radica en su cabeza y rostro, realizados en una técnica poco habitual y modelados con una especie de pasta de maíz (cabe recordar que el Cristo de la Expiración de la hermandad del Museo de Sevilla, realizado por Marcos Cabrera, está elaborado en pasta de madera). Posteriormente policromada Jesús del Calvario presenta pelo natural, un hecho este común entre los nazarenos de la campiña y la Subbética cordobesa.