Como adelantaba La Voz de Córdoba el pasado mes de julio, la hermandad del Rocío de Pasión de Cabra se hallaba en plena fase deliberativa acerca del imaginero encargado de realizar la escena del Sagrado Encuentro en la Calle de la Amargura. A este efecto había tres propuestas sobre la mesa de la nueva junta de gobierno, que encabezaba Eduardo Luna.
La hermandad de la Subbética ya ha elegido al que será el encargado de realizar las imágenes que compondrán el misterio del Sagrado Encuentro. Se trata de uno de los imagineros más interesantes de la última generación, el lucentino Francisco Javier López del Espino.
Cabe recordar que, en la actualidad, procesionan en la Semana Santa de Cabra el Señor de la Salud y la Virgen del Rocío. De tal forma que se completará el conjunto escultórico con las imágenes de San Juan, un centurión romano en el frontal del paso y, cerrando la escena, otro centurión a lomos de un caballo. De esta manera Cabra completaría otro misterio espectacular para engrosar su lista de escenas pasionistas.
López del Espino
Con una vocación por el arte desde a infancia, el imaginero se traslada a Córdoba con 17 años, para realizar los estudios de grado medio de talla artística en madera. Con posterioridad, inicia los estudios de grado superior en escultura, a la vez que entra a trabajar con importantes imaginemos cordobeses. A ello hay que sumar que trabaja durante dos años y medio en la escuela taller La Merced VI, encargada de reconstruir el retablo mayor de la iglesia de La Merced en el edificio de la Diputación de Córdoba.
Su producción artística se caracteriza por tener “un marcado carácter personal, debido al riguroso estudio de los sentimientos del ser humano antes de ser trasladados a la madera y a la excepcional capacidad expresiva de sus imágenes”. Con una producción que ha llegado a numerosas localidades andaluzas y castellanas. Pero, sin duda, uno de sus trabajos más emblemáticos, hasta la fecha, es la estatua de San Juan Pablo II, que bendijo el Papa Francisco y que se halla en la Plaza de San Pedro del Vaticano.