Los ataques a la Mezquita sobre los que calla la Plataforma


Los andenes del muro este de la Mezquita-Catedral son utilizados, de forma continuada, como mesa para degustar comidas y cervezas

Mezquita
Chicas comiendo y bebiendo en los andenes de la Mezquita./Foto: LVC

“A cualquier persona que haya paseado (por la carrera oficial) le han tenido que doler los ojos y el alma”. Así de contundente se expresaba esta pasada semana el portavoz de la Plataforma Mezquita-Catedral, Miguel Santiago. Ello en referencia a los palcos que este año se han colocado sobre los andenes del conjunto monumental. Una denuncia que contrastaba con el silencio del colectivo, acerca de otro problema más definido y prolongado en el tiempo.

Y es que los andenes del muro este, especialmente los que se hallan justo enfrente del popular bar Santos, hacen las veces de un contenedor de basura. No es inusual ver a grupos de turistas, a jóvenes de despedida de soltero, etcétera, comiendo tapas típicas cordobesas como salmorejo o tortillas de patatas. Además de bebidas de diversa índole, que no en pocas ocasiones son derramadas sobre unas piedras con siglos de historia. Ello ante la pasividad de las autoridades municipales, que tampoco evitan que se sienten, e incluso, se dejen caer sobre el exterior del conjunto monumental.
“Arbitrariedades y atropellos” denunciaba Santiago, quien además ponía en tela de juicio la ecuanimidad del delegado territorial de la Junta de Andalucía, Francisco Alcalde, por su pasado como presidente de la Agrupación. Sin embargo, cuando no hay cofradías de por medio llama la atención el tupido velo que se corre sobre una situación de la que se han quejado los vecinos y no la carta de un turista, a la que hacía referencia el portavoz de la plataforma, para denunciar el supuesto telón o muralla de acero que hacía este viajero. No se sabe si este último llegó a ver las despedidas de soltero que se celebran, con bastante asiduidad, en el casco histórico.

1 Comentario

  1. Sí, los cordobeses de toda la vida los hemos usado como asiento y como barra para dejar el bocadillo o la tapa, pero luego se ha recogido sin molestar a nadie. No traten de defender la nueva y molesta carrera oficial atacando a los que siempre hemos usado el entorno sin dañar nada.
    Lo de la plataforma es ridículo, ya que la Mezquita, la Catedral o la Mezquita-Catedral como quieran llamarla se encuentra en perfectas condiciones de uso y accesible gratuitamente a todos los cordobeses tanto para visitarla como para el culto. Viendo la catadura de los restauradores funcionarios miedo da que pudiese caer en manos de la Junta o del Ayuntamiento, su primera medida sería sustituir las losas por granito y después cederían una gran parte al culto musulmán y se perdería para Córdoba.

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