“Juan Luis es un ángel del cielo y todo Cabra lo quiere”


Con más de 80 años, el Papa Francisco lo ha nombrado monaguillo de la parroquia de Asunción y Ángeles

Juan Luis
José Antonio Jiménez Cabello con Juan Luis./Foto: LVC

Hay personas que son de otra pasta. Bien sea por su carisma, por cualidades de distinta índole, o por los méritos que hayan acumulado a lo largo de su vida. Y una de esas personas está en Cabra. Juan Luis sufre una discapacidad y es cuidado en Promi. Un hecho que no le ha impedido gozar del cariño de toda Cabra y ser merecedor de que el mismo Papa Francisco lo haya nombrado monaguillo.
Sobre él ofrece algunos detalles el párroco de Asunción y Ángeles, José Antonio Jiménez Cabello. El sacerdote no duda en afirmar que “Juan Luis, pese a no ser de Cabra, está muy vinculado a la ciudad. Ya tiene más de 80 años y no sale de Promi”. Y prosigue detallando que “los jueves voy a celebrar la misa y me ayuda porque él tiene un conocimiento perfecto de las cosas de la iglesia. También de los sacerdotes. La primera vez que vine a Cabra fue hace 12 años, cuando era seminarista, y al volverme a ver (ya como párroco) me reconoció”.

Jiménez Cabello narra con cariño que “todos los jueves me decía ‘yo quiero ser monaguillo’”. Y, tras el especial nombramiento, “le hemos llevado hoy (por este jueves) un regalo, un alba de la parroquia”. El sacerdote pone especial énfasis al señalar que “la gente lo quiere mucho y, cada vez que se dice algo de Juan Luis, se pone muy contenta”. Y finaliza subrayando que “Juan Luis es un ángel del cielo. Todo el mundo lo quiere y, cada vez que viene al pueblo por algo, todo el mundo lo busca porque lo aprecian un montón”.
Una parroquia viva

Están siendo días muy intensos para la comunidad parroquial de Asunción y Ángeles, que ha inaugurado este jueves la nueva de la sede de la cáritas parroquial. Con la presencia del alcalde de Cabra, Fernando Priego, el párroco explica que “desde la llegada detectamos que había que mejorar las instalaciones de Cáritas por la atención primaria que se lleva a cabo”. En especial, “por la dignidad de las personas, que tenían que esperar fuera -en la calle- y hay personas a las que les da bastante vergüenza y no venían, precisamente, por eso”.
Ante esa tesitura, se ha buscado un local más céntrico, donde las personas que son atendidas pueden esperar dentro del mismo. “La finalidad es la de dignificar a la persona, que no solamente sea el hecho de darle el alimento o de pagarle la factura de la luz”, subraya Jiménez Cabello. El sacerdote añade que, además, el otro objetivo que se persigue es convertir la nueva sede en un punto de encuentro. “La parroquia no tenía ningún sitio fuera del templo, donde tener reuniones. Siempre teníamos que pedir prestados espacios”, finaliza.