Los meses de julio y agosto del presente año han venido marcados por dos acontecimientos, que han marcado la rica agenda de la piedad popular cordobesa. Se trataba de la coronación canónica pontificia de la Virgen del Carmen, de la localidad de la Subbética de Rute; así como de la procesión (que se celebra cada cuarto de siglo) de Nuestro Padre Jesús del Calvario, del municipio de Montalbán. Dos salidas extraordinarias, marcada por la multitudinaria respuesta de sus devotos.
Otro de los aspectos que destacó fue la significación de ambas efemérides. La de Rute contó con la concesión del Año Jubilar, mientras que la de Montalbán con un Mes Jubilar, en ambos casos por gracia del Santo Padre. Lo que da muestra de la riqueza espiritual de dos acontecimientos, que contaron con el apoyo y presencia del obispo de Córdoba, Demetrio Fernández.
Rute, un pueblo que “está salvado”
Cabe recordar que Demetrio Fernández proclamó durante la homilía pronunciada en la santa misa de coronación canónica pontificia de Nuestra Señora del Carmen, el amor del pueblo de Rute a su patrona y recordó a los ruteños ausentes y “tantísimos otros que durante siglos han invocado como Madre celestial a la Virgen”, en un acontecimiento que quedará grabado en la memoria de todos los ruteños. El prelado se refirió a Rute como un pueblo “que está salvado” porque tiene a su Madre, “con Madre, nos sentimos seguros, protegidos, queridos. Con Madre nos sentimos hermanos”, dijo el obispo.
Jesús de los Jesuses
Montalbán puso este sábado el broche a al mes jubilar de Nuestro Padre Jesús del Calvario con una procesión histórica, que no se reeditará hasta 2043. La ocasión era todo un acontecimiento ya que El Señor de la Campiña realiza su salida cada 25 años y las muestras de la inmensa devoción que profesa no se hicieron esperar desde el principio, cuando el obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, celebró la misa en el Mirador de la Campiña, presidida por Jesús de los Jesuses amparado por el inmenso dosel. El momento esperado desde 1993 había llegado.
Escoltado por La Legión, El Señor de la Campiña avanzó por las calles de Montalbán, entre una marea de personas, de la localidad y venidas de los numerosos municipios de los alrededores, que dejó patente la riqueza espiritual que atesora la diócesis de Córdoba. La misma que se refleja en actos piadosos tan singulares como el vivido en torno a la imagen de Jesús de los Jesuses y que no dejan de enriquecer la fe popular cultivada a lo largo de siglos.