En poco más de 48 horas, la patrona de los Salesianos saldrá de su centenario santuario para ser trasladada hasta la Catedral. Y lo hará con el barrio de San Lorenzo, engalanado para la ocasión, rendido a sus plantas con las banderas que llevan los colores de la Virgen de Don Bosco y con fotografías que recuerdan el siglo de devoción que tributa Córdoba a María Auxiliadora.
Una de las numerosas colgaduras que adornan su calle se halla en el balcón que hay encima de la sede de Ganemos. Un hecho que, dentro de la naturalidad cívica que, sin embargo, se contrapone con los hechos acontecidos en 2015. En aquella ocasión y en el marco de la jornada en que se celebraban las elecciones municipales, simpatizantes de la marca blanca de podemos profirieron una serie de insultos y mofas al paso del cortejo. Si bien, la agrupación electoral tardó poco tiempo en desmarcarse de dicha actitud y, a través de sus redes sociales, se explicaba que no podían hacerse “responsables” de los comportamientos de sus simpatizantes. No obstante, los hechos causaron un gran malestar entre el colectivo cofrade que, en definitiva, es el más numeroso de la ciudad.
Tres años y medio después, aquella actitud ha cambiado -pese a las reiteradas diferencias de Ganemos con el colectivo cofrade-. Los representantes de la formación, en especial el portavoz de la formación en el Ayuntamiento Rafael Blázquez, han acudido a diversos tipos de actos organizados por la Agrupación de Cofradías, como el pregón de la Semana Santa o la recepción institucional de la entidad cofrade en la Feria. Un clima que, afortunadamente, contrasta con el de aquella noche de mayo de 2015, durante la procesión de la Auxiliadora.